CONDUCTA
PERSEVERANTE Y REPETICIONES
En esta página se ofrece información sobre
aquellos comportamientos que consisten en conductas
repetitivas o perseverantes, tanto verbales como físicas
(gestos, movimientos). Este tipo de comportamientos es muy
común en aquellas personas que presentan deterioro
cognitivo, ya que éste afecta a la capacidad de las personas
para recordar algún suceso (ej: qué se les ha contestado,
dónde han puesto las llaves, etc.).
Ejemplos de
comportamientos repetitivos |
 |
Repetir preguntas. |
 |
Pedir cosas. |
 |
Llamar con frecuencia. |
 |
Moverse de un sitio para otro.
|
 |
Buscar algún objeto. |
 |
Asegurarse de algo (ej: haber
cerrado la puerta o el gas, apagar
la luz). |
|
|
¿Por qué pueden
ocurrir estos comportamientos repetitivos?
Aburrimiento
Es posible que el comportamiento se
deba a que está "llamando la atención", por ejemplo,
porque se aburre y quiere distraerse, o porque se siente
sola y quiere compañía.
Olvido
En ocasiones puede parecer que no
escucha o no hace un esfuerzo por recordar (y por eso
repite las preguntas). Ante esta posibilidad, la persona
que cuida puede pensar que no se le está prestando
atención o que se podría hacer un esfuerzo por recordar,
pudiendo llegar incluso a enfadarse ante la conducta
repetitiva.
En realidad, un comportamiento de este
estilo (por ejemplo, preguntar repetidamente si se ha
apagado el gas) puede ser consecuencia del deterioro
cognitivo, que provoca en la persona una pérdida
progresiva de la memoria. Esta pérdida de memoria puede
generar en la persona un sentimiento de inseguridad o
incertidumbre, que es el que en último término provoca
el que se repitan las preguntas o los comportamientos
repetitivos (ej: buscar las llaves, asegurarse de si se
ha cerrado una puerta, etc.).
Malestar físico.
En ocasiones, las conductas
perseverantes o repetitivas pueden estar indicando que
no se encuentra cómoda por algún motivo, siendo este
tipo de comportamiento la manera a través de la cual la
persona expresa o manifiesta su malestar. Puede no
reconocer cuál es la causa de su malestar, lo que
contribuye a que se muestre inquieta (siendo el
comportamiento perseverante o repetitivo una
manifestación de esta inquietud).
Algunos ejemplos de situaciones que
pueden provocar malestar físico son:
 |
Sensaciones de hambre o sed. |
 |
Necesidad de ir al baño. |
 |
Dolores o enfermedades. |
 |
Temperatura inadecuada (frío o calor).
|
Malestar
psicológico.
Es posible que se encuentre preocupada
o inquieta por algún motivo (por ejemplo, por la
enfermedad de un familiar). Dormir mal o estar agotado
por alguna actividad puede influir también en que la
persona no tenga la misma capacidad que en otros
momentos de recordar o de prestar atención a las cosas.
Consejos útiles para
prevenir o disminuir la aparición de estos
comportamientos |
 |
Mantener la calma y responder a las
preguntas pausadamente, aunque sea
la "octava vez" que la hace. Es
perferible contestar orientando
hacia acciones, hechos o situaciones
inmediatas, que hacia referentes
temporales o espaciales.
|
 |
Hablar a la persona despacio, para
que le resulte más sencillo entender
y facilitar el que no tenga la
necesidad de preguntar
constantemente para poder comprender
o recordar. |
 |
Responder a las preguntas con
claridad, concretando las mismas lo
máximo posible de tal forma que sean
lo menos ambíguas posibles.
|
 |
Explicar las cosas de distintas
maneras, por si alguna de ellas no
es comprendida con claridad.
|
 |
Distraer a la persona con otra
actividad. |
 |
Tratar de responder sin enfadarse o
sin argumentar (ej: sin decir "es la
décima vez que te respondo").
|
 |
Crear un ambiente agradable en el
que la persona no se sienta
incómoda. |
 |
Proporcionar "ayudas a la memoria".
Por ejemplo, tener un calendario a
la vista de la persona, tener las
cosas por las que la persona suela
preguntar a la vista y bien
ordenadas, tener escrito en un papel
a qué hora hay que tomarse un
medicamento, etc. |
 |
En el caso de que se crea que se
comporta de esta manera porque se
encuentra agitada o nerviosa, se
recomienda visitar la página
dedicada a
agitación. |
|
|

SUSPICACIAS,
ALUCINACIONES Y DELIRIOS
Las personas que sufren alucinaciones ven
u oyen cosas que para los demás no existen, pero que para
ellos forman parte de una realidad. Pueden sentir, oler o
tocar cosas que realmente no existen, que están presentes
únicamente en su imaginación. También pueden mantener ideas
erróneas acerca de la realidad, que en ocasiones toman la
forma de sospechas o suspicacias sobre el robo de algunas
pertenencias ("mi hija me roba el dinero"), de persecución
("me quieren hacer daño") o ideas de culpa ("soy una mala
persona").
La ocurrencia de este tipo de situaciones
provoca en los cuidadores un gran malestar, ya que se
desconciertan (al ver que algo que no existe es dado por
seguro por la persona cuidada), no saben como actuar y, por
lo tanto, sufren un gran impacto emocional (tristeza, ganas
de llorar, ira, etc.).
Este tipo de problema
no es muy frecuente
entre las personas mayores. Las razones por las que una
persona puede presentar este tipo de comportamiento puede
ser:
Sugerencias generales
ante la aparición de alucinaciones o
suspicacias. |
 |
Evaluación médica
ante la posible presencia de:
 |
enfermedades |
 |
efectos secundarios de
medicamentos |
 |
problemas sensoriales
|
 |
problemas nutricionales
|
|
 |
Tener en cuenta
aspectos tales como:
 |
¿está descansando bien la
persona? |
 |
¿está
nerviosa?
|
 |
¿tiene algún
tipo de necesidad?
(alimentación)
|
|
 |
Evitar cualquier
fuente de ambigüedad o de confusión:
 |
Evitar fuentes de ruido o de
estrés. |
 |
Procurar no hablar bajo
(susurrar) en presencia de
la persona. |
 |
Mirar a la persona de frente
al hablarle. |
 |
Presentar siempre a la
persona que realiza una
visita. |
 |
Procurar saber dónde suele
olvidar las cosas.
|
|
|
|
Causas de las alucinaciones y
las suspicacias
A veces, los cuidadores u otras personas
cercanas a la que recibe los cuidados valoran de una manera
particular las primeras manifestaciones de este tipo
(suspicacias o alucinaciones) atribuyendo algunas causas a
la forma de comportarse de sus familiares que no responde a
las causas reales.
Si al hecho de cuidar a una persona que
tiene conductas suspicaces o alucinaciones, que ya es
suficientemente impactante, se le añade que además se
valoran socialmente de manera poco apropiada estos
comportamientos, el resultado es un gran malestar en el
cuidador.
En la tabla siguiente se observan cuáles
son las valoraciones que frecuentemente realizan los
cuidadores y cuáles son, en realidad, las causas de tales
comportamientos.
Causas que atribuyen
los cuidadores |
Causas reales
|
En el caso de las
alucinaciones:
La persona está
mentalmente enferma (loca), el alzheimer
está avanzando.
En el caso de las
suspicacias:
La persona se está
volviendo paranoica, está perdiendo la
cabeza, está tratando de provocar enfado
o hacer daño, etc.
|
En el caso de las
alucinaciones:
La capacidad de las
personas para interpretar la información
adecuadamente se ve afectada por el
deterioro progresivo del cerebro. Las
alucinaciones son generalmente
malinterpretaciones de sonidos, sombras
o acontecimientos que han ocurrido en
realidad.
En el caso de las
suspicacias:
Las personas con daño
cerebral reaccionan en ocasiones de esta
manera ante la inseguridad que genera el
tener problemas de memoria.
Generalmente, las acusaciones van
dirigidas hacia el cuidador principal,
que es la persona más próxima.
|
|
¿Qué hacer cuando se
presentan alucinaciones o suspicacias?
|
Mantener la calma |
Si se permanece tranquilo, se puede
transmitir a la persona, que en ese momento
se encuentra asustada y angustiada, una
sensación de sosiego que será de gran
utilidad para tranquilizarla. |
Identificarse |
Permaneciendo en el campo visual de la
persona, decir nuestro nombre permitirá que
la persona lo reconozca, facilitando que se
sienta confiada y protegida por alguien que
no le es extraño. |
Hablar de forma suave |
Dirigirse a la persona con un tono de voz
suave. Si a la persona no le desagrada el
contacto físico, se la puede tranquilizar
también a través de un abrazo, cogiéndole la
mano, etc. |
Prestar atención y
proteger |
Escuchar a la persona para que se sienta
atendida y protegida. Decir que se va a
hacer cargo de los problemas o que se va a
comprobar que todo marcha bien. |
Comprobar |
Asegurarse de que las preocupaciones no
están justificadas antes de proceder a
tranquilizar y distraer a la persona. |
Prestar atención y
proteger |
Escuchar a la persona para que se sienta
atendida y protegida. Decir que se va a
hacer cargo de los problemas o que se va a
comprobar que todo marcha bien. |
Asegurar que no
sucede nada |
Demostrar que no está ocurriendo lo que
piensa. Para ello, además de con palabras,
conviene, en función de cada caso, llevar a
cabo acciones que demuestren que no ocurre
nada (ej.: registrar la habitación y decir
que no hay nadie, que volverá en unos
minutos para comprobar que todo sigue en
orden, etc.). |
 |
Distraer |
Tratar de que la atención de la persona no
se centre en el tema de la suspicacia o de
la alucinación. Realizar otra actividad que
permita que la persona deje de preocuparse
por lo que acaba de pasar. Por ejemplo:
"vamos a la cocina a tomar un vaso de leche
caliente". |
Utilizar medios
auxiliares |
Utilizar medios que puedan ayudar a prevenir
las alucinaciones. Por ejemplo, utilizar una
pequeña luz por la noche, poner un timbre o
una campanilla para que la persona pueda
avisar si ocurre algo, etc. |
Explicar la situación |
Si las alucinaciones ocurren en público, no
avergonzarse. Guardar la calma y explicar la
situación a las personas presentes. Recordar
que no hay nadie culpable de la situación,
sino que tan sólo es una manifestación más
de la enfermedad. No hay nada por lo que
avergonzarse. |
Dejarlas pasar |
No todas las alucinaciones o delirios son
negativas. Si las alucinaciones no entrañan
un peligro o malestar para la persona u
otras personas, puede ser una alternativa
dejar que ocurran (por ejemplo: si la
persona está hablando sin alterarse con
alguien que no existe realmente). |
|
¿Qué no hacer cuando
se presentan alucinaciones o suspicacias?
|
Discutir o argumentar |
No discutir con la persona que sufre
alucinaciones ni negar la existencia del
objeto de la alucinación. A través de la
discusión o la negación se puede conseguir
poner más nerviosa o frustrada a la persona. |
Responder |
No es necesario decir que se está de acuerdo
ni discrepar. Proporcionar una respuesta que
no comprometa (ej.: "yo no oigo las voces
que tú oyes, pero me imagino que te hacen
sentir miedo".). |
Ser especialmente
cariñoso |
Aunque es importante prestar atención y
atender las necesidades de la persona que
cuidamos, no conviene ser demasiado cariñoso
en estas ocasiones. Reservar las
manifestaciones de afecto para estados de
ánimo más positivos, por ejemplo, cuando la
persona ya se encuentre más calmada. |
|

COMPORTAMIENTOS
SEXUALES INAPROPIADOS
En esta página se van a tratar los efectos
del deterioro cognitivo sobre la vida sexual y, más
específicamente, sobre la desinhibición del comportamiento
sexual.
En primer lugar, es importante tener en
cuenta que en las personas mayores, aunque presenten
deterioro cognitivo, no necesariamente desaparece su vida
sexual. Continúan teniendo sensaciones, percibiendo
estímulos (señales) de contenido sexual y teniendo
respuestas sexuales ante éstas, etc.
Los problemas surgen como consecuencia de
las alteraciones neurológicas que se producen en las zonas
cerebrales encargadas de controlar las inhibiciones de los
impulsos sexuales.
Así, es posible que por esta desinhibición
de los impulsos sexuales se produzcan comportamientos como
los siguientes:
 |
Aumento
de la necesidad o de la frecuencia de mantener
relaciones sexuales. |
 |
Exibicionismo. |
 |
Autoestimulación o masturbación. |
 |
Comentarios o proposiciones de contenido sexual.
|
 |
Insinuaciones a personas jóvenes. |
 |
Tocar
a otras personas. |
 |
Conductas sexuales en presencia de otras personas
(niños, jóvenes, etc.). |
Además, los cambios en la conducta de la
persona pueden tener implicaciones en la vida familiar.
 |
La vida
sexual
con la pareja
puede sufrir modificaciones:
 |
puede desaparecer el afecto o los
comportamientos previos a la relación
sexual. |
 |
el tipo de relación que se mantenía puede
variar debido a la desaparición de las
inhibiciones morales, sociales o religiosas
que tuviese la persona. |
 |
La pareja puede tener sentimientos de
confusión, remordimientos o culpa ante el
hecho de mantener relaciones sexuales con
una persona enferma. |
|
La manera de actuar en estos casos depende
del otro miembro de la pareja. En cualquier caso, siempre se
trata de una opción razonable. Se puede seguir manteniendo
relaciones sexuales, evitarlas de manera suave, decidir en
función de las circunstancias, etc.
Cualquier
decisión es válida, lógica y comprensible.
 |
En ocasiones, los comportamientos pueden afectar al
cuidador o a otros familiares.
|
En el siguiente cuadro se presentan, en el
recuadro de la izquierda, algunas de las situaciones que
pueden provocar la aparición de alguno de estos
comportamientos y, en el recuadro de la derecha, algunas
sugerencias que pueden aydar a prevenir o evitar la
aparición de los mismos.
POSIBLES CAUSAS O
ANTECEDENTES |
ESTRATEGIAS DE
AFRONTAMIENTO |
- Disminución de la capacidad de juicio y de
la conciencia social.
- Malinterpretación de la interacción con el
cuidador.
- Ambiente poco confortable (ej.: muy
caluroso).
Necesidad de ir al baño.
Ropa ajustada.
Irritación genital.
- Necesidad de atención, afecto o intimidad.
- Autoestimulación (comportamiento que les
hace sentir bien) |
- No reaccionar violentamente o enfrentarse
con la persona. Responder firmemente pero
con calma. Distraer y proporcionar otra
actividad a la persona.
- No dar mensajes con posible doble sentido,
ni aunque sea "de broma". Distraer durante
las tareas de cuidado personal.
- Valorar la temperatura de la habitación.
Asegurarse de que las necesidades de
evacuación están satisfechas. Valorar
posibles problemas médicos.
- Satisfacer las necesidades básicas de
afecto (calidez, caricias).
- Ofrecer intimidad. |
|
|
|
|
|
|