Cuidador y cuidados
					
					Tener una persona querida enferma de Alzheimer y cuidarla 
					las 24 horas del día es una situación muy difícil que 
					remueve muchos sentimientos. Es importante identificar los 
					sentimientos y no negarlos. Si los sentimientos controlan al 
					cuidador, disminuyen sus posibilidades de sobreponerse ante 
					esta situación y la afecta a la capacidad de cuidar. Llega 
					un momento que puede que la persona encargada de cuidar al 
					enfermo no entienda sus necesidades ni las de él.
					Recomendaciones
					
					
					§         
					Es 
					indispensable descansar.
					
					
					§         
					
					Procúrese tiempo para sí mismo.
					
					
					§         
					
					Mantenga actividades lúdicas y conserve a sus amigos o haga 
					amistades nuevas para romper el aislamiento que puede sentir 
					el cuidador.
					
					
					§         
					Es 
					conveniente ponerse en contacto con el grupo de ayuda más 
					cercano a su domicilio.
					
					
					§         
					
					Cuando se está nervioso o de mal humor, es mejor que otra 
					persona se ocupe del enfermo, pues el enfermo es muy 
					sensible al interpretar nuestro estado de ánimo. El enfermo 
					no pierde la capacidad afectiva.
					
					
					§         
					No 
					olvide que es un adulto aunque su comportamiento y forma de 
					expresarse parezcan los de un niño.
					Es 
					conveniente retrasar en lo posible la institucionalización 
					del enfermo, para evitar las cuestiones negativas que ésta 
					acarrea. Se da una pérdida de puntos de referencia, tanto a 
					nivel cognitivo como emocional que son de difícil 
					sustitución para el paciente. Las administraciones públicas 
					fomentan el retraso de la institucionalización por dos 
					motivos fundamentales:
					
					
					§         
					
					Reducir los gastos que supone la atención en centros 
					especializados.
					
					
					§         
					
					Promover el mejor estado posible de los pacientes
					La 
					mayoría de los familiares quieren cuidar a su paciente 
					demenciado en su domicilio, pero hay una serie de factores 
					que dificultan enormemente la tarea. La experiencia de 
					cuidar a un paciente con demencia en el domicilio entraña 
					una serie de riesgos para la salud física y mental, con 
					elevados índices de depresión y ansiedad. Un estudio 
					demostraba que el 50% de los cónyuges de los pacientes 
					diagnosticados de demencia podía ser considerados “casos 
					psiquiátricos”. Cuidar a un paciente demente supone mayor 
					estrés que cuidar a un paciente físico, con mayor limitación 
					social. El cuidador de una persona demente se ve obligado a 
					introducir mayores cambios en su estilo de vida. Tienden a 
					proteger a sus familiares y a su trabajo, en detrimento del 
					tiempo libre para ellos mismos. 
					Los 
					factores que más influyen son:
					Gravedad de la enfermedad 
					y trastornos del comportamiento
					
					Numerosos trabajos no encuentran relación entre severidad de 
					la enfermedad y los niveles de estrés de los familiares y 
					encuentran que el nivel cognitivo del paciente se 
					relacionaba más con el impacto que con la sobrecarga. El 
					concepto de “sobrecarga” hace referencia a la vivencia 
					subjetiva de los cuidadores y el concepto de “impacto” es 
					más objetivo, y hace referencia que comprende las 
					modificaciones de la vida diaria del cuidador como 
					consecuencia de los cuidados. 
					
					Algunos autores han informado de la asociación de la 
					gravedad de la enfermedad con la salud y bienestar de los 
					cuidadores sólo se producía si la progresión de la 
					enfermedad conllevaba determinadas consecuencias en la vida 
					del cuidador. Vivir en el mismo domicilio y la prolongación 
					de la necesidad de cuidados, potenciaban la gravedad de la 
					enfermedad, con mayor afectación en la salud de los 
					cuidadores.
					La 
					presencia de trastornos de la conducta se asocia de forma 
					inversa con el estado de salud del cuidador. Son muy 
					importantes los servicios de día para disminuir la 
					sobrecarga de los familiares. La sobrecarga del cuidador se 
					asocia más con la gravedad de los trastornos del 
					comportamiento que con el deterioro cognitivo.
					Tipo de relación
					Se 
					ha encontrado una relación inversa entre la proximidad de la 
					relación y el grado de estrés, siendo la tensión emocional 
					menor en los hijos que en los esposos y en los cuidadores no 
					familiares que en los familiares. Los familiares de primer 
					grado tienen mayor probabilidad de padecer depresión que los 
					amigos o familiares más lejanos.
					En 
					general, los hombres asumen el papel de cuidadores sólo en 
					ausencia de una mujer disponible. Este hecho se ha explicado 
					por la tradicional asunción de tareas de cuidado por parte 
					de las mujeres, mayor lazo emocional con la familia de 
					origen y la mayor flexibilidad a la hora de disponer de 
					tiempo libre.
					La 
					implicación emocional de las mujeres suele ser mayor, mayor 
					también de los niveles de sobrecarga o de síntomas 
					psiquiátricos, al menos al principio del diagnóstico.
					Estilo cognitivo y 
					mecanismos de afrontamiento 
					Se 
					considera más probable que los cuidadores sufran depresión y 
					ansiedad si tienen la sensación de tener poco control sobre 
					la conducta de sus familiares enfermos y sobre sus 
					reacciones emocionales. La percepción que tiene el cuidador 
					sobre la efectividad de su estrategia en el cuidado, influye 
					en su autoestima y su salud mental.
					Se 
					realizó un estudio que analizaba la relación entre la 
					personalidad y las estrategias de afrontamiento de 50 
					cuidadores, esposas de ancianos con demencia. Solamente el 
					neuroticismo y la extroversión se consideraron como 
					predictores de estrategias de comportamiento. Se encontraron 
					diferentes estrategias:
					
					Neuroticismo:
					
					
					§         
					
					Estrategias centradas en las emociones.
					
					
					§         
					
					Menos frecuencia de estrategias centradas en las emociones.
					
					
					§         
					
					Experimentan más sobrecarga y manifiestan más quejas sobre 
					su estado de salud.
					
					Extroversión:
					
					
					§         
					
					Estrategias de búsqueda de apoyo social.
					
					
					§         
					
					Menor frecuencia de estrategias centradas en las emociones.
					La utilidad de los 
					recursos sociales
					
					Conocer las necesidades de los familiares de ancianos con 
					demencias ha hecho que se desarrollaran programas 
					asistenciales dirigidos a apoyarles en su labor. Estos 
					programas deben tener como objetivos fundamentales la 
					reducción de la sobrecarga y el aumentar el tiempo libre 
					disponible para el cuidador.
					Comunicación
					La 
					enfermedad de Alzheimer deteriora también de manera 
					progresiva la capacidad de utilizar y comprender el 
					lenguaje, produciendo una pérdida constante de vocabulario.
					Recomendaciones
					
					
					§         
					
					Hacer coincidir la comunicación verbal y no verbal.
					
					
					§         
					
					Transmitir sensación de seguridad. Hablar de forma suave y 
					pausada
					
					
					§         
					
					Gesticular poco a poco.
					
					
					§         
					No 
					poner nerviosa a la persona.
					
					
					§         
					El 
					enfermo de Alzheimer es muy sensible al interpretar el 
					estado de ánimo de los demás y su estado de  se ve muy 
					afectado por el estado de humor de las personas que le 
					rodean.
					
					
					§         
					
					Tener un contacto físico directo amable y cariñoso con él le 
					transmite seguridad.
					
					
					§         
					
					Adecuar el lenguaje a las constantes y cambiantes 
					limitaciones que la enfermedad impone.
					
					
					§         
					Los 
					comentarios realizados con sentido del humor suelen ser más 
					eficaces que el uso de imperativos.
					
					
					§         
					
					Aunque la capacidad de entender y seguir las conversaciones 
					haya disminuido, es importante incluir al enfermo y que él, 
					de alguna manera, pueda participar.
					
					
					§         
					
					Ante cuestiones o preguntas sin sentido, evite la discusión; 
					es mejor cambiar de tema o seguirle la corriente.
					
					
					§         
					
					Hablar en sitios donde no haya demasiadas distracciones ni 
					ruido de fondo.
					
					
					§         
					
					Utilizar frases cortas y concretas. Vocabulario sencillo.
					
					
					§         
					
					Déjele tiempo para pensar.
					
					
					§         
					
					Intentar enseñarle visualmente lo que le quiere decir.
					
					
					§         
					
					Poner atención al tono emocional con que habla.
					
					
					§         
					
					Mantener la calma y ser pacientes.
					
					
					§         
					No 
					discutir ni dar órdenes.
					
					
					§         
					Es 
					mejor decirle las cosas en positivo que en negativo.
					
					
					§         
					No 
					haga preguntas directas que requieran buena memoria para 
					responderlas.
					Cuidados en el hogar
					La 
					preocupación por una persona querida afectada por la 
					enfermedad de Alzheimer puede ser uno de los desafíos más 
					grandes por el que una familia puede pasar. Hasta hace poco, 
					la información sobre cómo convivir con un enfermo de 
					Alzheimer en su casa ha sido muy escasa.
					Vamos 
					a intentar proporcionar la información básica  necesaria 
					para ayudar a modificar el hogar para cuidar a una persona 
					con Alzheimer. El propósito es  facilitar a los familiares y 
					el personal sanitario la información necesaria para  crear 
					un ambiente más seguro y acogedor. 
					La 
					enfermedad de Alzheimer afecta al cerebro y su capacidad de 
					procesar la información.  Cada caso es distinto. Usted no 
					debería esperar razonamientos lógicos de una persona que 
					pierde su capacidad de pensar y razonar. No hay ninguna 
					regla y cada sugerencia debe ser revisada en detalle según 
					su situación, necesidad y la capacidad de su familiar.
					Ya 
					que cada persona experimenta el Alzheimer de manera 
					diferente, los esfuerzos de hoy podrían no ser válidos 
					mañana. Las decisiones que son eficaces un día pueden no 
					serlo al siguiente. Las medidas de seguridad a prueba de 
					niños son prácticas, pero recuerde que han sido diseñadas 
					para niños, no destinadas a adultos. La persona encargada 
					del cuidado del enfermo debe analizar constantemente su 
					trabajo  y adaptarlo a las nuevas necesidades que surjan.
					Adapte el hogar para 
					todos los miembros de familia
					Las 
					modificaciones que realice en su hogar tienen que 
					garantizar que todos los familiares estén seguros y cómodos. 
					Esto incluye a la persona con Alzheimer, el cuidador, el 
					resto de la familia y demás personas que le visiten. 
					Recomendamos que usted vigile las siguientes áreas:
					Zonas de peligro
					
					Ciertas  áreas de la casa deben ser inaccesibles a la 
					persona con Alzheimer. Estos espacios son el garaje, el 
					sótano y armarios que contengan artículos frágiles, 
					peligrosos o de valor. Las puertas que conducen a estas 
					áreas restringidas y al exterior deberían estar cerradas y 
					con algún tipo de sistema de alarma. 
					Zona del cuidador
					La 
					segunda área especialmente cuidada debe ser la que ocupa la 
					persona encargada del cuidado del enfermo. La persona que 
					esté cuidando a alguien con Alzheimer debería tener un área 
					de descanso para sí mismo. Los cuidadores se pueden hartar y 
					por eso necesitan relajarse y tener tiempo para cuidarse 
					ellos, solo, mientras alguien más proporciona el cuidado al 
					enfermo. 
					La zona segura
					
					Finalmente, el resto del hogar debería ser accesible a la 
					persona con la enfermedad de Alzheimer. Tiene que haber 
					zonas de libre circulación para el enfermo. Se deberán poner 
					enchufes "a prueba de niños" y no debería de haber ningún 
					tipo de medicamento a su alcance, ni herramientas 
					peligrosas, sustancias químicas, así como documentos 
					importantes, cuentas bancarias y objetos de valor o 
					frágiles.
					Dentro del hogar
					La 
					máxima seguridad en la casa es crítica y usted tendrá que 
					examinar cada situación a fondo. Recuerde que tarde o 
					temprano gente con Alzheimer perderá su capacidad de pensar 
					razonablemente. Por ejemplo, un enchufe eléctrico puede 
					parecer ser un agujero curioso para explorar u ocultar algo, 
					como un bolígrafo de metal. Hasta un acuario, que combina el 
					agua y la electricidad, puede crear una situación mortal.
					
					Asegúrese  que las ventanas y puertas del balcón estén 
					cerradas (si usted vive en un primer piso). A menudo la 
					persona no comprende que vive sobre una primera planta, 
					aunque esto es obvio para usted. Abrazaderas para ventanas 
					están disponibles, a poco precio, en la mayor parte de las 
					ferreterías y consiguen que una ventana o puerta no se abra 
					lo suficiente para que quepa una persona.
					Quite 
					productos tóxicos y aparentemente inofensivos, que si se 
					comen con exceso podrían causar una enfermedad - artículos 
					como la pasta dental o los dulces. Esconda los utensilios 
					afilados y las aplicaciones eléctricas. Su casa deberá esta 
					bien iluminada para facilitar la visión del enfermo y por lo 
					tanto sabrán por donde caminar. La iluminación es importante 
					en los pasillos que a menudo son oscuros y largos. El 
					enfermo de Alzheimer puede tener dificultades en dar la 
					vuelta y volver.
					Baje 
					el termostato de su calentador de agua a su nivel más bajo o 
					no más alto de 120 grados para evitar quemaduras leves. Se 
					pueden instalar dispositivos que regulen la temperatura del 
					agua y así evitar quemaduras.
					
					Instale un asiento y grifo de mano en el baño o la ducha. 
					Los grifos de mano deberán tener botones en el mango para 
					ofrecer mejor utilización para controlar los temores del 
					agua o del baño del enfermo. Las barras de sujeción y 
					esteras de baño y ducha son aconsejables. 
					Ponga 
					los muebles de una forma que proporcione apoyo al enfermo. 
					Quite los muebles que rueden, se caigan fácilmente o no 
					puedan soportar el peso de una persona. Quite los muebles 
					que puedan causar caídas o tropiezos. Quite los muebles que 
					son difíciles de ver, como las mesas de cristal y las 
					estanterías transparentes. Tenga cuidado con cuerdas de 
					extensión y las líneas telefónicas que puedan estar caídos y 
					por lo tanto causar caídas. 
					Puertas 
					Para 
					las puertas que se cierran hacia dentro, como el cuarto de 
					baño, quite la cerradura o guarde una llave de emergencia 
					para poder acceder al interior del cuarto. Para la puerta de 
					calle, deberán tener una llave suplementaria inaccesible 
					para el enfermo, o déle una al vecino.
					Su jardín
					
					Asegure su jardín. Identifique y quite las plantas 
					peligrosas de su jardín. La mayor parte del terreno debería 
					de estar diseñado con medidas de seguridad. Evite las 
					plantas venenosas, escaleras, pendientes y provéala con un 
					cierre seguro.
					Vagabundeo
					El 
					vagabundeo es un problema serio. Hay diferencias 
					significativas de ocuparse del vagabundeo de noche o de día.
					El 
					vagabundeo por la noche presenta muchos obstáculos. Mientras 
					el personal sanitario está dormido, es más fácil para una 
					persona con Alzheimer pasar inadvertido. Coloque una alarma 
					sobre el marco de la puerta del dormitorio. Si la puerta se 
					abre, la alarma saltará y alertará al cuidador de que el 
					enfermo está saliendo. Con estas alarmas el cuidador 
					seguramente pueda dormir tranquilamente sabiendo que la 
					alarma sonará si el enfermo sale de su habitación. (Pruebe 
					la alarma para asegurarse que el cuidador puede oírla de su 
					dormitorio.)
					El 
					vagabundeo de día implica una continua fuente de 
					estimulación y de actividad sana. No se olvide de retirar 
					los muebles bajos y todo con lo que el enfermo pueda 
					tropezar. Las mismas reglas se deberían de aplicar a los 
					caminos exteriores. 
					Rutina
					La 
					gente con Alzheimer a menudo desarrolla una rutina de 
					actividades que se repiten con frecuencia, que encuentran 
					cómodas y agradables. Observando sus movimientos alrededor 
					de la casa nos puede dar pistas de cuales son los caminos 
					habituales y sitios donde el enfermo se siente seguro. Una 
					vez estos sitios se visiten con regularidad  identifique 
					cualquier cosa que pueda causar problemas potenciales. 
					Asegúrese de que ellos están seguros, interesados y que haya 
					objetos familiares que el enfermo pueda identificar y 
					disfrutar.
					Al 
					comienzo de la enfermedad facilite el ambiente del enfermo. 
					Retire cosas desordenadas y simplifique las cosas. 
					Inspeccione las cosas que puedan complicar la vida en su 
					hogar. Es importante que su casa tenga un ambiente 
					tranquilo, seguro y que anime a tomar decisiones y tareas 
					que puedan ser completadas con facilidad.
					Ponga 
					carteles con letras grandes, que sean fáciles de leer, 
					posters y recortes de revistas para enseñar el contenido. 
					Convierta esto en un proyecto familiar y divertido.
					El Alzheimer es una 
					enfermedad progresiva
					Las 
					modificaciones y precauciones, que son apropiadas en las 
					etapas más tempranas, pueden  no serlo para las siguientes 
					etapas. Por ejemplo, los espejos son importantes para animar 
					al enfermo a seguir mirándose  ratos largos. Sin embargo, en 
					etapas posteriores muchas personas pueden confundirse y 
					agitarse por sus propios reflejos en el espejo. Si esto se 
					convierte en un problema cubra o quite los espejos.