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Dra. Cristina Talavera - Consejera Cristiana
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Autoestima

Toda persona tiene en su interior sentimientos, que según su personalidad puede manifestarlos de diferentes maneras. Muchas veces esta manifestaciones dependen de otros factores, según el lugar físico, sentimental y emocional, éstos pueden influir positiva o negativamente en la formación de la persona o sea en la Autoestima.

Este tema lo desarrollaremos debido a que estamos en una etapa en la cual intentamos definir nuestra personalidad, tomando diferentes modelos ya que nos relacionamos en distintos ámbitos. A demás nos interesó ya que era un tema en el cual teníamos escasos conocimientos. Esto nos motivó a investigar a fondo el tema ya que lo consideramos importante para el desarrollo y la constitución de una buena vida.

El objetivo de esta investigación científica, es responder a nuestras dudas planteadas como hipótesis:¿Qué síntomas manifiestan las personas que sufren un desfasaje en su autoestima? ¿Cuáles son los factores que influyen en la persona que haces que exista este desfasaje? ¿Cómo ayudar a la persona que posee baja autoestima?.

Esperamos cumplir con nuestros objetivos y con las expectativas del trabajo, obteniendo un buen resultado del mismo.

2. Autoestima

¿Que es la Autoestima?

La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad. Esta se aprende, cambia y la podemos mejorar. Es a partir de los 5-6 años cuando empezamos a formarnos un concepto de cómo nos ven nuestros mayores (padres, maestros), compañeros, amigos, etcétera y las experiencias que vamos adquiriendo.

Según como se encuentre nuestra autoestima, ésta es responsable de muchos fracasos y éxitos, ya que una autoestima adecuada, vinculada a un concepto positivo de mí mismo, potenciara la capacidad de las personas para desarrollar sus habilidades y aumentará el nivel de seguridad personal, mientras que una autoestima baja enfocará a la persona hacia la derrota y el fracaso.

3. Baja Autoestima

Todos tenemos en el interior sentimientos no resueltos, aunque no siempre seamos conscientes de estos. Los sentimientos ocultos de dolor suelen convertirse en enojo, y con el tiempo volvemos el enojo contra nosotros mismos, dando así lugar a la depresión. Estos sentimientos pueden asumir muchas formas: odiarnos a nosotros mismos, ataques de ansiedad, repentinos cambios de humor, culpas, reacciones exageradas, hipersensibilidad, encontrar el lado negativo en situaciones positivas o sentirse impotentes y autodestructivos.

Cuando una persona no logra ser autentica se le originan los mayores sufrimientos, tales como, enfermedades psicológicas, la depresión, las neurosis y ciertos rasgos que pueden no llegar a ser patológicos* pero crean una serie de insatisfacciones y situaciones de dolor, como por ejemplo, timidez, vergüenza, temores, trastornos psicosomáticos*.

La autoestima es importante porque es nuestra manera de percibirnos y valorarnos como así también moldea nuestras vidas. Una persona que no tiene confianza en sí misma, ni en sus propias posibilidades, puede que sea por experiencias que así se lo han hecho sentir o por mensajes de confirmación o desconfirmación que son trasmitidos por personas importantes en la vida de ésta, que la alientan o la denigran*.

Otra de las causas por las cuales las personas llegan a desvalorizarse, es por la comparación con los demás, destacando de éstos las virtudes en las que son superiores, por ejemplo: sienten que no llegan a los rendimientos que otros alcanzan; creen que su existencia no tiene una finalidad, un sentido y se sienten incapaces de otorgárselo; sus seres significativos los descalifican y la existencia se reduce a la de un ser casi sin ser. No llegan a comprender que todas las personas son diferentes, únicas e irrepetibles, por lo que se consideran menos que los demás.

La persona, va creciendo y formando su personalidad dentro del ambiente familiar, que es el principal factor que influye en la formación de la misma, ya que le incorpora a ésta los valores, reglas y costumbres que a veces suelen ser contraproducentes. Algunos de los aspectos ya mencionados son incorporados, a la familia, por medio del "modelo" que la sociedad nos presenta, y éste es asimilado por todos los grupos sociales. Pero, la personalidad de cada uno, no sólo se forma a través de la familia, sino también, con lo que ésta cree que los demás piensan de ella y con lo que piensa de sí misma, al salir de este ambiente y relacionarse con personas de otro grupo diferente.

4. La Familia

La autoestima, además es aprender a querernos y respetarnos, es algo que se construye o reconstruye por dentro. Esto depende, también, del ambiente familiar en el que estemos y los estímulos que este nos brinda.

En la violencia familiar las víctimas y los victimarios poseen muy baja autoestima, ya que por un lado, la víctima es alguien al que maltratan sin que ésta pueda poner límites y no se da cuenta de que está siendo abusada. Por otro lado, los victimarios compensan lo inferior que se sienten, maltratando y abusando, en este caso, de un familiar.

Muchas de las heridas emocionales que tiene una persona, producidas en su niñez pueden causarnos trastornos psicológicos emocionales y físicos (cáncer, úlceras, hipertensión, trastornos cardíacos y alimentarios, problemas en la piel, depresiones, etc.), produciendo dificultades en la vida de las mismas(conflictos serios en el trabajo, disminución de la energía y de la capacidad creativa, relaciones matrimoniales desastrosas, no poder hacer o conservar amigos, poco entendimiento con las hijas e hijos).

Existen padres, madres, docentes o cuidadores que humillan, desprecian, no prestan atención, se burlan o se ríen del niño/a cuando pide ayuda, siente dolor, tiene un pequeño accidente, necesita que lo defiendan, expresan miedo, piden compañía, se aferra buscando protección, tiene vergüenza, etc.. Estas actitudes se completan con otras totalmente opuesta, desmostrándole al niño que es "querido y bonito" creándole una gran confusión. Pero estas muestras de cariño son aparentes, adjudicándole un rotulo a su identidad, que trae como consecuencia un peso negativo en formación y en el desarrollo de sus capacidades.

En el momento en que la persona afectada es adulta, transmitirá la humillación o el maltrato a personas más pequeñas o vulnerables. Es una cadena hereditaria de abuso y poder, ya que el desprecio y la vergüenza vivida en la infancia son la fuente de los problema que afectan en la vida adulta y los causantes de la baja autoestima.

La principal imagen y más generalizada forma de violencia es el maltrato emocional. Hay muchas maneras pasa asustar a un niño y hacerlo sentir culpable e intimidado, sin recurrir a la violencia física. El niño o la niña se atormenta con pensamientos y sentimientos que no pueden comunicar ni compartir con nadie y aprenden a soportar el dolor y el silencio.

La autoestima y la comunicación están muy relacionadas, porque según como se diga algo, el efecto será positivo o negativo, de aprendizaje o de resentimiento, que se transmite desde la infancia hacia el futuro. Por esta razón, se entiende que los padres y madres que dañan la autoestima de sus hijos no siempre lo hacen intencionalmente, ya que ellos fueron educados del mismo modo.

Cuando los padres quieren que sus hijos reaccionen como ellos desean, suelen comportarse de maneras particulares. Estas maneras pueden ser:

Mártires: controlan al niño haciéndolo responsable de su sufrimiento y culpable por todo lo que pueda querer o hacer que no le caiga bien a estos mártires, a quienes nada les viene bien, y recurre a las quejas, los reproches, las lagrima, las amenazas de que les va a dar una ataque, etcétera.

bullet - Ves como me sacrifico por vos y no te importa-
bullet - Dejé todo para criarte y me lo pagas haciendo eso-
bullet - ¿En que nos equivocamos que nos haces estas cosas?-

Los dictadores: controlan al niño o la niña atemorizándolos cuando hacen algo no autorizado, son estrictos y amenazantes para que obedezcan y todo los enfurece. Condenado de manera inapelable al niño, con burlas, gritos, despliegue de poder y dominación

bullet - Como podes ser tan estúpido/a, como no te das cuenta de las cosas-
bullet - Te avisé y ahora vas a ver lo que te pasa por no obedecer-
bullet - Yo no tengo que darte explicaciones, lo haces porque te lo ordeno y punto-

A veces estos roles (mártir y dictador) se combinan, se alternan y agregan mas confusión a los chicos porque también van acompañados con demandas o manifestaciones de cariño. Y si un hijo llega a quejarse, a llorar o a reclamar por el trato que recibe puede volver a ser juzgado, culpado y descalificado.

"Según se hallan comunicado nuestros padres con nosotros así van a ser los ingredientes que se incorporen a nuestra personalidad, nuestra conducta, nuestra manera de juzgarnos y de relacionarlos con los demás.

Esas voces quedan resonando dentro de nosotros toda la vida. Por eso hay que aprender a reconocerlas y anular su poder para que no nos sigan haciendo sufrir, para liberarnos de esos mandatos distorsionados y para no volver a repetírselos a nuestros hijos e hijas.

Ninguna forma de maltrato es educativa y ningún mensaje o comunicación que culpabiliza, critica, acusa, insulta o reprocha es un buen estímulo para nadie. Y menos en la infancia, cuando no hay posibilidades de defenderse, protejerse o entender que es la impotencia y el desconocimiento de otras formas de trato lo que lleva a los padres y madres a asumir ese papel de mártir o de dictador."(1)

"Lo primero que hay que entender es que no podemos hacernos cargo toda la vida de los problemas que amargaron o hicieron de nuestros padres y madres personas mártires o dictadoras. Basta con empezar a investigar de que manera nos afectaron esas actitudes, para comenzar a liberarnos de sus efectos y no repetir nada de esto con los propios hijos e hijas, con nuestros alumnos, con cualquiera de nuestros chicos o chicas que puedan estar a nuestro cuidado."(2)

5. Como sanar la autoestima herida en la infancia

"Para comenzar a ejercitase en desaprender lo negativo que nos inculcaron..."(3), y sanar a ese niño/a que quedaron escondidos y heridos en nosotros, podemos ir reemplazando las viejas ideas que construimos por otras. Repetir estas afirmaciones con frecuencia es manera de comunicarnos con nosotros mismos, de ayudarnos a adquirir seguridad y tener presentes nuestros derechos:

bullet Realizo mis elecciones y acciones con responsabilidad y sin temor.
bullet Solo yo decido el modo como utilizo mi tiempo, pongo límites a quienes no respetan esto, hago acuerdos para combinar mi tiempo con el de otros sin someterme.
bullet Me aplico a mi trabajo con responsabilidad pero, si algo no va bien, no es porque yo sea un fracaso sino que todavía tengo que aprender más.
bullet Me hago responsable del modo cómo trato a los demás y evito repetir lo que a mí me hizo sufrir.
bullet Tengo confianza en poder resolverlo mejor posible cualquier situación.
bullet Aprendo a comunicar mis sentimientos y respeto los de otros.
bullet Cambio mis opiniones sin temor si me doy cuenta que no eran correctas.
bullet Soy una persona valiosa, capaz, creativa y estoy abierta para cambiar todos los aspectos de mi vida.

6. La comunicación en la violencia familiar

La comunicación y el intercambio de mensajes son permanentes entre los seres humanos. Ésta no es solo lo que hablamos, sino todo lo que hacemos o no hacemos: Silencios, posturas, gestos, actitudes, expresiones, tonos de la voz que cambian el sentido de lo que se dice y miradas significativas. Por eso una persona puede manejar la comunicación como un elemento de poder sobre otros, que le permite controlar la relación e influir sobre las personas para obtener las respuestas que desea.

"El ejercicio de la violencia en todas sus formas es una manera de comunicar algo que se quiere lograr, por lo general, el dominio de la situación y el control sobre los demás; y una manera de comunicar lo que le sucede a la persona que ejerce la violencia."(4). Estas se sienten impotentes, no conocen otras formas de obtener atención y protagonismo y repiten lo que le hicieron a ellos de chicos. También son incapaces de manifestar sus sentimientos, sus emociones, carecen de habilidad para conversar y lograr acuerdos, en conclusión, tienen un grave problema de comunicación y necesitan imponerse para sentirse poderosos y compensar su baja autoestima.

7. La Sociedad

La sociedad cumple una función muy importante para la persona, ya que a partir de la cultura de esta, la familia adopta diferentes pautas o formas de vida que son transmitidos a sus miembros y determinan o ayudan a formar la personalidad de cada uno, teniendo a esta como modelo social.

Las personas que tienen poca confianza de su capacidad dentro de la sociedad, tienden a buscar roles sometidos y evitan las situaciones que requieren asumir responsabilidades.

En nuestra sociedad el nivel de autoestima de una persona esta en cierta medida, ligado a lo que hace para ganarse la vida. Por ejemplo: un hombre puede alcanzar una posición social elevada y tener, no obstante una baja autoestima. Puede tener conciencia de la importancia que tiene, pero aun así considerarse a sí mismo, un ser humano despreciable, indigno de respeto y del afecto de los demás. "Puede experimentar sentimientos crónicos de inferioridad porque no es bien parecido..." (5), puede sentir que es físicamente débil o un cobarde, o puede considerarse condenado a causa de su identidad étnica.

Los criterios mediante los cuales, las personas, se evalúan a si mismas son culturales. Algunos de estos criterios son: si sos gordo, flaco; lindo, feo; blanco, negro; rubio, morocho, o si tenés la capacidad para luchar, honestidad, capacidad para soportar el dolor, la astucia para ganar dinero, los modales, la capacidad para manipular a las demás personas, etc..

Toda persona se ve a si misma desde le punto de vista de los grupos en que participa y todo aquello que piensen de uno influirá positiva o negativamente en la personalidad o forma de pensar.

8. La Escuela

Es fundamental que los padres y maestros o docentes en quienes los padres confíen, sean capaces de transmitir valores claros. Es muy importante que se les enseñe a los niños, el significado de esos valores. Los maestros deben conocer el ambiente y aceptarlo si quieren ayudar a los niños a que vean estos dentro del mismo. En todos los ambientes el niño tiene las mismas necesidades básicas de amor y seguridad, el derecho de ser una persona de valor y tener la oportunidad de triunfar.

Los educadores deben estar conscientes de los distintos ritmos de desarrollo de cada niño, para que el mismo se sienta cómodo con el propio y capacidad de desarrollo.

También podemos decir que los maestros pueden favorecer u obstaculizar el proceso por el cual uno puede encontrarse a sí mismo. Su comprensión o la ausencia de la misma, pueden favorecer o hacer la personalidad que se desarrolla y está en vías de manifestarse. Es por esto que el educador tiene mucha responsabilidad en este tema tan importante o en esta cuestión del tiempo necesario para que uno se encuentre a sí mismo. También es necesario saber que la mente de cada niño está llena de imágenes. Estas imágenes son de tres dimensiones. En primer lugar, se relaciona con la imagen que tiene de sí mismo. Puede imaginarse a sí mismo como una persona que puede llegar a triunfar. Por el contrario, el niño puede tener la impresión de ser una persona de poco valor, con escasa capacidad y pocas posibilidades de lograr éxitos en algún área de su actividad.

El segundo grupo de imágenes se vincula con la opinión que el niño tiene de sí mismo en relación con otras personas. Puede considerar que sus valores, sus actitudes, su hogar, sus padres, el color de su piel o su religión, son la causa de que se lo mire con temor , desconfianza y disgusto, o que se lo trate con interés. La imagen que cada niño tiene de sí mismo se forma a través del reflejo de las opiniones de los demás.

El tercer juego de imágenes se vincula con la imagen de sí mismo, tal como desearía que fuera. Si la distancia entre estas dos imágenes, como se ve realmente y la imagen idealizada, no es grande, de modo que a media que crece y madura pueda alcanzar la asimilación de estas dos imágenes, se puede decir que se acepta a sí mismo como persona.

Por todo lo mencionado es muy importante que la escuela del niño ayude al mismo a descubrir y aprender a ser las personas que siempre quisieron ser, respetándole sus tiempos, sus conflictos y sus confusiones.

Para ser un buen educador...

bullet Saber que la escuela puede mejorar o degradar a la gente que está en ella.
bullet Estar dispuesto a complementar las nuevas informaciones con los viejos conocimientos.
bullet Debe ajustar las oportunidades de aprendizaje a cada niño, de modo que pueda progresar a su propio ritmo de velocidad.
bullet Debe tener la capacidad e incluir el desarrollo de habilidades intelectuales junto con el estímulo para que el niño se acepte a sí mismo.
bullet Tiene que saber cómo crear un ambiente, para encontrar oportunidades dentro del mismo, donde cada niño pueda sentirse importante.
bullet Debe reconocer los puntos fuetes de cada niño: debe tener en claro que las decisiones de los niños pueden ser vencidas a través de sus fortalezas.
bullet Tener conciencia de los sentimientos y de las imágenes que los niños tienen en su mente cuando van a la escuela.
bullet Comprender que algunas veces los niños sólo se desarrollan mediante la aprobación, ya que la crítica debe esperar hasta que el niño sea suficientemente fuerte para aceptarla.
bullet Aceptar la conducta que no sea adecuada comprendiendo que los seres inestables se rigen en la conducta agresiva cuando las presiones son demasiado grandes.
bullet Transmitir a los niños su fe en ellos, es decir, que sus alumnos sean personas dignas de estima y respeto.

" La gente hace cosas para nosotros. Pueden ser cosas simpáticas y agradables. Pueden ser cosas desoladoras. Pueden ser cosas alentadoras y estimulantes. Pueden ser cosas que restauran nuestro equilibrio, acrecientan nuestra fe y fortalecen nuestras convicciones: pueden darnos nuevas perspectivas y nuevo coraje, pero pueden sumergirnos, también en la desesperación, el temor y el pesimismo."(6)

9. Actitudes o Posturas habituales que indican Autoestima Baja

Autocrítica dura y excesiva que la mantiene en un estado de insatisfacción consigo misma.

Hipersensibilidad a la crítica, por la que se siente exageradamente atacada/o, herida/o; hecha la culpa de los fracasos a los demás o a la situación; cultiva resentimientos tercos contra sus críticos.

Indecisión crónica, no por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.

Deseo innecesario por complacer, por el que no se atreve a decir NO, por miedo a desagradar y a perder la buena opinión del peticionario.

Perfeccionismo, autoexigencia esclavizadora de hacer "perfectamente" todo lo que intenta, que conduce a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección exigida.

Culpabilidad neurótica, por la que se acusa y se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por completo.

Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aún por cosas de poca importancia, propia del supercrítico a quién todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface.

Tendencias defensivas, un negativo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su futuro y, sobre todo, su sí mismo) y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma.

10. Buena Autoestima

No se habla de una alta autoestima, sino del narcisismo o de una buena autoestima. El narcisismo es el amor excesivo hacia uno mismo o de algo hecho por uno mismo, por eso se dice que una persona es narcisista, cuando está enamorado de sí mismo, es decir de lo que piensa, de lo que hace, de cómo es, de cómo se viste, etc., pero no del propio ser, sino de la imagen del yo.

En relación al narcisismo hay que tener en cuenta dos elementos, uno la imagen, que es como se ve exteriormente la persona y la otra es el amor, que es el amor excesivo de la persona, hacia sí mismo. La representación del narcisismo en el niño son simplemente las palabras e imágenes que les transmitieron sus padres, por eso se dice que los padres tienden a atribuirle al niño todos las afecciones y se niegan o se olvidan todos sus supuestos defectos.

Alguien con una buena autoestima no necesita competir, no se compara, no envidia, no se justifica por todo lo que hace, no actúa como si "pidiera perdón por existir", no cree que está molestando o haciendo perder el tiempo a otros, se da cuenta de que los demás tienen sus propios problemas en lugar de hecharse la culpa "por ocasionar molestias".

11. Características de la autoestima positiva

bullet Cree firmemente en ciertos valores y principios, está dispuesto a defenderlos aún cuando encuentre fuerte oposiciones colectivas, y se siente lo suficientemente segura como para modificar esos valores y principios si nuevas experiencias indican que estaba equivocada.
bullet Es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio juicio, y sin sentirme culpable cuando a otros le parece mal lo que halla hecho.
bullet No emplea demasiado tiempo preocupándose por lo que halla ocurrido en el pasado, ni por lo que pueda ocurrir en el futuro.
bullet Tiene confianza por su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar por los fracasos y dificultades que experimente.
bullet Se considera y realmente se siente igual, como persona, a cualquier otra persona aunque reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.
bullet Da por supuesto que es una persona interesante y valiosa para otros, por lo menos para aquellos con quienes se asocia.
bullet No se deja manipular por los demás, aunque está dispuesta a colaborar si le parece apropiado y conveniente.
bullet Reconoce y acepta en sí mismo una variedad de sentimientos e inclinaciones tanto positivas como negativas y está dispuesta a revelarlas a otra persona si le parece que vale la pena.
bullet Es capaz de disfrutar diversas actividades como trabajar, jugar, descansar, caminar, estar con amigos, etc.
bullet Es sensible a las necesidades de los otros, respeta las normas de convivencia generalmente aceptadas, reconoce sinceramente que no tiene derecho a mejorar o divertirse a costa de los demás.

12. Conclusión

La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad, además es aprender a querernos y respetarnos, es algo que se construye o reconstruye por dentro. Esto depende, también, del ambiente familiar, social y educativo en el que estemos y los estímulos que este nos brinda.

La influencia que tiene la familia en la autoestima del niño o niña es muy importante, ya que esta es la que le trasmite o le enseña los primeros y más importantes valores que llevaran al niño a formar, a raíz de estos, su personalidad y su nivel de autoestima. Muchas veces los padres actúan de diferentes maneras, que pueden ser perjudiciales para el niño dejándole marcas difíciles y un continuo dolor oculto que influirá en el desarrollo de su vida; a estos padres se los llama mártires o dictadores. Pero también están los que le valoran y reconocen sus logros y sus esfuerzos y contribuyen a afianzar la personalidad.

Otro factor importante que influye en la familia, es la comunicación, ya que están estrechamente relacionadas. Según se hayan comunicado nuestros padres con nosotros, esos van a ser los factores que influyan en nuestra personalidad, nuestra conducta, nuestra manera de juzgarnos y de relacionarnos con los demás. Estas experiencias permanecen dentro nuestro toda la vida. Por eso hay que aprender a reconocerlas y a anular su poder para que no nos sigan haciendo sufrir, y para no transmitírselas a nuestros hijos.

Hay una estrecha relación entre la sociedad, la familia y la persona, ya que la sociedad es la que le presenta a la persona un modelo social con costumbres y con una cultura que a través de la familia son trasmitidos al individuo. Pero cuando los integrantes de la misma, tienen asuntos indefinidos en el interior por un pasado doloroso en la infancia le trasmitirá el mismo dolor y las mismas confusiones a su hijo, causándole problemas de comunicación en el ambiente social.

Para poder ayudar a una persona que tiene autoestima baja, primero que nada se tiene que concientizar del problema que tiene, y luego se la podrá ayudar llevándolo a un especialista y apoyándolo durante el tratamiento o el proceso de recuperación. En el caso de los niños, la escuela también cumple un papel muy importante ya que es la que debe tener la estrategia y las formas para ayudar al niño con estos sentimientos tan distorsionados que le ocasionan tantos problemas.

13. Apartados

Entrevista a Psicóloga: Graciela Cuerelly.

  1. ¿Qué síntomas manifiestan las personas que sufren un desorden en su autoestima?

    Los síntomas en las personas de baja autoestima son muy variables porque depende de las personalidades de las mismas.

    En general manifiestan desde desgano y ellas mismas crean una falta de oportunidades, tienen dificultad para saber que es lo que quieren, no logran concretar nada, tienen dificultades con el contacto social (se sienten fracasados en situaciones de su vida) –aclara- ya sea con sus hijos, porque no puede establecer una buena relación con su pareja o no les va bien en el trabajo. Pero ellas se justifican para cubrir los errores que cometen y para que nadie se dé cuenta que se sienten mal.

     

  2. ¿Cuáles son los factores que influyen en la persona, que hace que se produzca esos desórdenes?

    Bueno... en realidad el niño crece y crea una buena autoestima porque el padre o madre "le festejan" o le reconocen sus logros, por ejemplo: -piensa- cuando el niño está aprendiendo a caminar y se cae los padres lo aplauden diciéndole que no importa, que se levante y que no pasó nada. En estos casos los padres tienen una buena actitud hacia el mismo niño. Es favorable esto de que lo estimulen a seguir intentándolo ante sus fracasos o errores.

    En cambio si en la familia al niño no se le reconoce nada y le hacen ver que lo que hace es normal o natural y que no interesa, el niño no tiene estímulos para intentar y avanzar como persona... - se queda en silencio- Si a un chico, que está aprendiendo a caminar nadie le presta atención porque " se supone" es algo que todas las personas hacen, y si ese niño no puede o le cuesta no va a tener esa motivación para seguir haciéndolo.

    En fin, la familia es la base de la autoestima de las personas... La familia se basa en pautas culturales y sociales y en base a eso nace la actitud que van a tener hacia sus hijos. Es como que se estructura a la persona según un modelo social, que por supuesto va cambiando, pero en definitiva se considera una buena persona al que llega a ese modelo social. Pero no siempre es ese modelo el que es transmitido a los niños, ya que hay padres que transmiten una autoestima baja a sus hijos y esto se debe a que de niños también la tuvieron. Otras de las causas es que crean una presión en sus hijos, por los logros que los mismos padres tuvieron y los niños no. Ya sea porque no puede, porque no está capacitado o simplemente no está a su alcance.

     

  3. ¿Qué importancia tiene la familia?

    Bueno, como ya les mencioné es la que influye directamente el la formación de la personalidad de la persona.

     

  4. ¿Cuales son las cosas o palabras que hacen que la autoestima de la persona sea baja? ¿Y cuales para que sean alta?

    Se queda pensando... En realidad no es que hay una lista de palabras o cosas que hacen que la autoestima sea baja, esto depende de cada persona. Por ahí hay cosas que por más sutiles que sean son las que más nos afectan, según cada uno! Las cosas muy evidentes duelen, dan bronca, pero al fin esas cosas se aclaran, en cambio, hay frases sutiles que son las que más duelen y pueden desordenar la autoestima. Por ejemplo, si a un chico le dicen "¡Otra vez te fue mal!" y sin decir las palabras esto te dice muchas cosas... Sos un burro, siempre todo lo haces mal, sos un inútil, etc.. por otra parte la sobreprotección tampoco es buena, porque es como decirle a la persona, "¡No, no lo hagas porque vos no sabes discernir!", aunque la persona sobreprotectora lo hace porque ama a la otra persona y tiene miedo de que se equivoque, quiere que salga todo bien y en realidad lo que le está transmitiendo a la otra persona es que piensa que es incapaz de hacer las cosas por sí solo.

    ¡Y cuáles para que sean altas! y... en realidad la alta no existe, o es la autoestima normal o es el narcisismo que ya es el amor excesivo o incondicional a uno mismo. Pero les puedo decir, que el estímulo y ayudar a aprender a aceptar el fracaso crean una buena autoestima.

    Nosotros bien sabemos que las cosas nunca salen tan bien como las soñamos, tal vez nos salen bien, peor siempre hay un "pero"... porque siempre se aprende a costa de un error ¡La cosa es simple!: Los logros que tienen alguna pérdida en algún orden, este mismo nos va llevar a otra parte.

     

  5. ¿Cuáles son las cosas que se deben hacer para ayudar a la persona?

Lo primero y principal es que se concienticen de que está mal y que necesita ayuda. Es como los drogadictos, si ellos no toman conciencia de que se están matando y no deciden hacer algo por su bien, todo lo que hagan los demás va a ser inútil. Retomando con lo de las personas de baja autoestima, luego de que tomen conciencia se los tiene que enviar a un profesional. Pero por lo general nadie ayuda a nadie, las personas aprenden a ayudarse a sí mismas, con el apoyo de los demás.

Haga florecer su autoestima

Cuando una persona empieza a quererse más, los demás percibirán de inmediato el nuevo aire; cuando se cambia la imagen que se tiene de sí mismo, los otros lo verán con otros ojos. Usted transmitirá a sus clientes buenas vibraciones.

La autoestima es esencial para la supervivencia psicológica; sin aquella la vida puede resultar penosa e insatisfactoria.

Ella es, afirma la psicóloga Laura Álvarez, la llave para una vida abundante.

Según explica la psicóloga Ida Gorn, la autoestima se define como la imagen que se tiene de sí mismo y en ella influyen, considerablemente, los padres.

Para aumentarla, hay que empezar a alimentar el alma, a recuperar la serenidad y a perdonarse. Así, poco a poco, irá viendo cómo crece la confianza en sí mismo. Además podrá enseñar mejor lo que sabe osea transmitir a sus compañeros mejor lo que espera de ellos y lo que quiere que hagan en su restaurante o cocina.

Si necesita buscar ayuda profesional hágalo cuanto antes. Esto es muy saludable.

Las siguientes son algunas recomendaciones para desarrollar una buena autoestima. Fueron proporcionadas por las psicólogas Laura Álvarez, Ida Gorn y Maureeen Vizcaíno:
 

Aprenda a perdonar; no guarde resentimientos.

No se llene de amargura.

Acepte sus limitaciones.

Vea siempre el lado positivo de las cosas.

Deje de pelear con las personas; trate de mantener un
ambiente cordial con los demás.

Rodéese de gente positiva, alegre, que le permita crecer.

Realice ejercicio físico. Esto por ejemplo es algo que los cocineros casi no hacemos y es muy relajante además de saludable.

Abra un espacio para su pasatiempo favorito, además de la cocina...


Dese permiso para hacer lo que quiera.

1. Cierre asuntos inconclusos.

2. Busque siempre un balance; evite los extremos.

3. Descubra sus talentos.

4. Tenga presente que así como en la vida hay momentos agradables puede haber situaciones muy difíciles de las cuales siempre hay una enseñanza. Trasmita esa enseñanza a sus compañeros, así, todo el equipo aprenderá

5. Invierta tiempo en usted.

6. Dese gusto; chinéese.

7. Haga una lista de cualidades.

8. Examínese: pregúntese cómo soy, cómo me relaciono con los demás y qué debo cambiar.

Descúbrase.

1. No haga comparaciones perjudiciales. Elimine las comparaciones; estas no tienen objeto y conducen a sentirse mal.

2. Agradezca y acepte los elogios; comunique que se ama a sí mismo.

3. No hable mal de usted mismo ante los demás.

4. Finalice sus proyectos.

5. Organice su tiempo.

6. Escriba una carta con las experiencias dolorosas que le hayan marcado. Hágalo varias veces hasta que se vacíe, hasta que sienta que no tiene nada que decir.

7. Atrévase, sea valiente, venza el miedo al dolor.

8. Entienda y acepte que el miedo puede influir pero que no determina. Siempre hay una esperanza.

9. Aprenda a controlar sus pensamientos. Recuerde que usted es dueño de ellos.

Hable en positivo.

1. Autoconózcase.

2. Haga cosas por sentirse bien; por ejemplo, si tiene sobrepeso y este le molesta, busque ayuda con un nutricionista. Igual con su apariencia, así que pruebe con vestuario que le permita sentirse a gusto, un nuevo corte de pelo, etc.

3. Tenga presente que todas las personas son buenas para algo; así que descubra sus capacidades y potencialícelas.

4. Haga valer sus derechos, pero de una buena forma.

5. Asista a grupos de apoyo.

6. Ayúdese de lectura enriquecedora.

7. No utilice calificativos negativos o peyorativos cuando se refiera a sí mismo y a los demás.

8. Piense que es muy posible equivocarse y que se debe aprender de los errores. Esto es válido para la gente que tiene a su cargo...

9. Utilice frases constructivas como: la próxima vez
lo haré mejor, se empieza por interntarlo, es mejor equivocarse que no hacer nada.

Recuerde que muchas veces las cosas tienen una
importancia relativa.

1. Aprenda a perdonarse, a reconciliarse con usted mismo.

2. Destierre de su cabeza frases como "yo no puedo", yo no sirvo, etc. Así como se incorporan patrones mentales negativos, puede incorporar pautas positivas.

3. Sepa que siempre hay tiempo para cambiar; solo basta desearlo. Obviamente hay cosas que no se pueden cambiar de hoy para mañana, pero es menester ir dando un paso cada día.

4. Deje de culparse y de quejarse por lo que fue o no pudo ser.

5. Tome conciencia de que el pasado ya pasó; no se preocupe de lo que no vivió y esté consciente de que, de hoy en adelante, puede vivir mejor.

6. Piense que su presente y futuro son estupendos y llenos de vida.

7. Recuerde que la perfección no existe.

8. Aprenda a filtrar las opiniones de los demás.

9. Busque siempre superarse.

Mantenga una relación constante con su ser superior.

Esto ayudará a que el trabajo donde pasamos el mayor
tiempo del día y la noche sea mejor y el ambiente este mejor ya que ud. transmitirá esto a sus compañeros. Nosotros sacrificamos a veces mucho tiempo que podríamos pasar con las familias por nuestro tipo de trabajo, así que vale la pena intentarlo, tenga estos consejos presentes y dígaselos a los demás.  

y el más importante... haga oraciones que existe un poder inconmesurablen en ellas...

que DIOS lo bendiga siempre. y les proporcione PAZ

Autoestima
El arte de valorarse


Transitar por la vida con un concepto errado de sí mismo es un peso insostenible. El factor clave en este caso es la autoestima –como rasgo dela personalidad– que se encarga de evaluar permanentemente esos contenidos y puede llegar a transformar la existencia en un calvario o, por el contrario, convertirla en una experiencia enriquecedora.

Es una verdad simple pero auténtica, para disfrutar de la vida lo primordial es sentirse bien con uno mismo, confiar en los propios atributos y ser flexibles ante las situaciones conflictivas. Sin embargo, este delicado equilibrio depende de la autoestima, esa característica de la personalidad que mediatiza el éxito o el fracaso.
Desde la óptica de Maritza Bendayán, sicóloga clínica, para lograr la comprensión de un concepto sobre autoestima es importante señalar que todos los seres vivos cuentan con un principio que los impulsa a mantenerse en equilibrio. En términos biológicos, este principio se conoce como homeostasis, cuyo equivalente sicológico se denomina autoconcepto. El autoconcepto es lo que consciente o inconscientemente se piensa de uno mismo –que puede o no estar apegado a la realidad– y es en torno a ello que el individuo ordena su conducta con la finalidad de protegerse sicológicamente y mantenerse en equilibrio.
 

El autoconcepto se construye desde la niñez, a partir de las enseñanzas de los antepasados biológicos y culturales, además de la propia experiencia.
Para el doctor Nathaniel Branden, fundador y director del Instituto para la Autoestima de Los Angeles, la autoestima es la suma de la autoconfianza y el autorrespeto. Así, la autoestima está formada por los sentimientos de competencia y autovaloración, razón por la cual cuando un individuo tiene la autoestima alta se siente competente y valioso, mientras que al tenerla baja se siente incorforme con su vida.
Por su parte, Pedro Delgado Machado, siquiatra, define a la autoestima como la actitud que tiene una persona hacia sí misma, producto de un proceso dinámico en el cual influyen muchos factores a lo largo de la vida. "En términos de sicología, la autoestima tiene una significación múltiple, pues depende de la confluencia de muchas funciones sicológicas conscientes o inconscientes". De las conscientes se puede destacar cómo el individuo percibe la aceptación por parte de los demás, así como la capacidad de reconocer las propias virtudes y defectos. En cuanto a las inconscientes, son aquellas experiencias pasadas que se relacionan con el entorno íntimo y familiar.

Visión introspectiva

Si bien la autoestima puede verse afectada por las vivencias cotidianas o por contenidos inconscientes, Delgado señaló que las experiencias tienen un valor en sí mismas, pero además está el precio que les asigna el individuo. En este orden de ideas, es frecuente que las personas funcionen a base de un mecanismo sicológico denominado transferencia, el cual consiste en revivir un episodio de la infancia en el presente. Un ejemplo de esta situación corresponde a gente con padres muy descalificadores y que pese a ello se destacan hasta que se encuentran con un jefe o algún interlocutor descalificador, circunstancia que revive las experiencias traumáticas y echa por tierra los logros alcanzados.
Es por ello que la autoestima de una persona puede variar de acuerdo con las circunstancias y las personas que la rodean. La autoestima en función de la relación con los demás depende de la valoración que se le dé al otro y de la que el individuo se aplique frente al otro, lo que causa que ante ciertos personajes un individuo se sienta empequeñecido o engrandecido.
 

Ahora bien, la formación y el correcto desarrollo de la autoestima tiene su origen en las relaciones familiares primarias, desde el mismo momento que el niño se siente amado, querido y respetado por su padres. Sin embargo, el hecho de sentirse amado tiene una doble connotación, pues hay personas que no son queridas y con razón perciben ese sentimiento y también hay casos de individuos amados que perciben lo contrario debido a mecanismos inconscientes que distorsionan la realidad. Un ejemplo de esta situación se presenta cuando el primogénito de una familia es muy amado, lo que representa un conflicto para el otro hijo, que aunque es querido por su familia, siente el peso de su hermano mayor y se desencadenan problemas de rivalidad, rencor, envidia o sentimientos de poca valía.
Por otra parte, los acontecimientos positivos refuerzan la autoestima positiva y los fracasos activan la negativa; es más, esto puede suceder casi simultáneamente en la vida cotidiana, pues ciertos aspectos de la vida son satisfactorios y otros no, razón por la cual no se puede decir que un individuo goza de una autoestima alta o baja de manera absoluta y permanente.
 

La autoestima es un aspecto funcional de la vida –enfatizó Delgado–, ya que los rasgos de la personalidad son los que se mantienen en el tiempo y caracterizan a cada quien, mientras que la autoestima define los momentos sicológicos del individuo, pues cambia de un momento a otro. Así, hay experiencias que bajan dramáticamente la autoestima de la persona, como es el caso de las violaciones o cualquier otro tipo de agresión, o que al contrario la elevan como los éxitos –laborales o en el amor.

De lo normal y lo excesivo

Si bien la autoestima puede ser un problema por defecto, pues genera sentimientos de inferioridad y poca valía, sensación de incapacidad y torpeza; también resulta conflictiva cuando es excesiva, ya que el individuo manifiesta confianza exagerada e imprudencia, "lo que lo lleva a cometer errores al no medir actos ni palabras", explicó Delgado.
La autoestima excesiva es frecuente en líderes, lo que les indica que poseen poderes especiales y se sienten legitimados para hacer y decir lo que les parece, sin medir las consecuencias de sus actos.
Ahora bien, desde la concepción de Bendayán, un punto medio o una visión sana del individuo con respecto a su autoestima –ya sea en momentos buenos o malos– es afrontar las situaciones con la convicción de que se es competente para vivir y para ser feliz, lo cual lleva a asimilar la vida con mayor confianza y optimismo para el logro de las metas. Es por ello que los individuos con buena autoestima son más creativos en el trabajo, más elásticos para resistir a la presión de sucumbir ante la derrota y más ambiciosos en cuanto a las expectativas de vida. De allí que la correcta relación del individuo con su autoestima redunde en mayor vitalidad y los impulse a tratar a los otros con respeto, benevolencia y buena voluntad, pues esta es la base para responder asertivamente a las oportunidades que se le presentan, y lograr la serenidad espiritual, que en definitiva es la que hace posible el goce de la vida.
Por el contrario, las personas que tienden a valorarse negativamente tienen problemas con su autoconcepto. El origen del conflicto se suele encontrar en la niñez y en los acontecimientos descalificatorios que experimenta el individuo a lo largo de su vida; de allí que muchos mantengan una actitud de reto constante con el ente agresor –los padres, por ejemplo–, lo que los hace muy triunfadores o muy fracasados, pues se establece una lucha contra el concepto que ese ente agresor mantiene sobre la persona, mas no por su verdadero interés.

Factores de peso

Un factor íntimamente ligado a la autoestima es la autoimagen, la cual depende en gran medida de las experiencias personales y de la manera de interpretarlas. De aquí que resulten tan perjudiciales las etiquetas que se le endilgan a las personas –"Carlitos es tremendo", "Marta es fea pero inteligente", "Mariela es bella pero mala estudiante"–. En el caso de los adolescentes, los padres, amigos, educadores y demás adultos del entorno constituyen las fuentes primarias que les proyectan una imagen acerca de la forma como se está desarrollando su personalidad, lo cual pasa a ser un aspecto crucial en la percepción que tiene el adolescente de sí mismo, pues a esa edad "no se han desarrollado correctamente los mecanismo para hacer una correcta evaluación de la propia persona y las etiquetas e influencias pueden moldear correctamente o deformar", explicó Bendayán.
Los padres contribuyen positivamente al desarrollo de la autoestima de sus hijos al alentarlos a correr riesgos necesarios para alcanzar retribuciones, al favorecer la progresiva independencia de acuerdo con la capacidad de asumir responsabilidades y al evitar la crítica destructiva. Además, los padres deben demostrar interés por las actividades de sus hijos, exaltar sus capacidades positivas, estimular la toma de decisiones con sus posibles consecuencias y dar ejemplo de autoestima positiva.
Los amigos juegan un rol muy importante en la formación de la autoestima, porque la lucha que libra el adolescente por ser autónomo puede generarle agobios y dudas, razón por la cual el grupo de amigos puede suavizar esos sentimientos, pues constituye un campo de prueba para las interacciones sociales y el desarrollo de la personalidad.
 

En cuanto a la influencia de los adultos, éstos suelen esperar que los jóvenes mantengan una conducta cortés, respetuosa y considerada. Sin embargo, es importante aclarar que durante esa edad se suele convertir en norma la discrepancia con respecto a las ideas de los mayores, por lo que padres y adultos en general, deben abstenerse de forzar a los adolescentes a convertirse en seres complacientes a expensas de su propia identidad, ya que ello suele despertar resentimientos, dado que no se sienten valorados por su personalidad sino por la imagen que deben proyectar.

Restablecer el equilibrio

Muchos trastornos y enfermedades emocionales están relacionados con la baja autoestima. En este sentido, Delgado aclaró que la autoestima alta o baja es una consecuencia del cuadro siquiátrico del individuo, razón por la cual una persona con depresión presenta autoestima baja, mientras que quienes presentan cuadros de manías manifiestan una autoestima elevada, se sienten especiales, consideran que el mundo depende de ellos y tienen poco juicio crítico.
La terapia para solventar los problemas de autoestima varían según el especialista tratante. Bendayán explicó que los tratamientos basados en terapia conductual cognoscitiva intentan modificar los hábitos o conductas que perturban al individuo sin viajar hasta los predios de la niñez. A lo largo de las sesiones, el terapista saca a la luz los conceptos que molestan al paciente, lo concientiza de ellos y los resalta cada vez que se ponen en práctica a la hora de valorarse, todo con la finalidad de hacerle ver que son ideas forjadas, mal interpretadas o que ya perdieron vigencia.
En este sentido, muchas personas no explotan o reconocen sus virtudes y sólo prestan atención a las características negativas que presentan, las resaltan y magnifican. En otros casos, donde existen razones verdaderas para mantener una autoestima baja –en casos de alguna limitación física o sicomotriz, por ejemplo–, el terapista explica al paciente la razón científica de su problema y lo remite al especialista que puede ayudarlo a mejorar la condición.
Desde la óptica de Delgado, el tratamiento de un paciente con problemas de autoestima implica indagar en la historia del individuo, en su dinámica familiar y sus experiencias de vida. De esta manera recorre el camino de su autoestima y de las circunstancias puntuales que la han moldeado.
Los procesos de sicoterapia ayudan a modificar los conceptos errados que deforman la autoestima, porque en la medida en que el individuo tome conciencia de sus patrones de pensamiento y de los elementos de su historia, la persona comienza a ser capaz de reconocer sus logros, esfuerzos, virtudes o los errores de su acción imprudente.
Otra forma de terapia implica delimitar metas a corto plazo y en la medida que se logran resultados, el individuo modifica o afianza su autoestima. Adicionalmente, ocupar el tiempo en actividades gratificantes que se traduzcan en logros, ayuda a mejorar los problemas de autoestima

 
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