Autoestima
Toda persona tiene en su
interior sentimientos, que según su personalidad puede
manifestarlos de diferentes maneras. Muchas veces esta
manifestaciones dependen de otros factores, según el lugar
físico, sentimental y emocional, éstos pueden influir
positiva o negativamente en la formación de la persona o sea
en la Autoestima.
Este tema lo
desarrollaremos debido a que estamos en una etapa en la cual
intentamos definir nuestra personalidad, tomando diferentes
modelos ya que nos relacionamos en distintos ámbitos. A
demás nos interesó ya que era un tema en el cual teníamos
escasos conocimientos. Esto nos motivó a investigar a fondo
el tema ya que lo consideramos importante para el desarrollo
y la constitución de una buena vida.
El objetivo de esta
investigación científica, es responder a nuestras dudas
planteadas como hipótesis:¿Qué síntomas manifiestan las
personas que sufren un desfasaje en su autoestima? ¿Cuáles
son los factores que influyen en la persona que haces que
exista este desfasaje? ¿Cómo ayudar a la persona que posee
baja autoestima?.
Esperamos cumplir con
nuestros objetivos y con las expectativas del trabajo,
obteniendo un buen resultado del mismo.
2.
Autoestima
¿Que es la Autoestima?
La autoestima es el
sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de
ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos
corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra
personalidad. Esta se aprende, cambia y la podemos mejorar.
Es a partir de los 5-6 años cuando empezamos a formarnos un
concepto de cómo nos ven nuestros mayores (padres,
maestros), compañeros, amigos, etcétera y las experiencias
que vamos adquiriendo.
Según como se encuentre
nuestra autoestima, ésta es responsable de muchos fracasos y
éxitos, ya que una autoestima adecuada, vinculada a un
concepto positivo de mí mismo, potenciara la capacidad de
las personas para desarrollar sus habilidades y aumentará el
nivel de seguridad personal, mientras que una autoestima
baja enfocará a la persona hacia la derrota y el fracaso.
3. Baja Autoestima
Todos tenemos en el
interior sentimientos no resueltos, aunque no siempre seamos
conscientes de estos. Los sentimientos ocultos de dolor
suelen convertirse en enojo, y con el tiempo volvemos el
enojo contra nosotros mismos, dando así lugar a la
depresión. Estos sentimientos pueden asumir muchas formas:
odiarnos a nosotros mismos, ataques de ansiedad, repentinos
cambios de humor, culpas, reacciones exageradas,
hipersensibilidad, encontrar el lado negativo en situaciones
positivas o sentirse impotentes y autodestructivos.
Cuando una persona no
logra ser autentica se le originan los mayores sufrimientos,
tales como, enfermedades psicológicas, la depresión, las
neurosis y ciertos rasgos que pueden no llegar a ser
patológicos* pero crean una serie de insatisfacciones y
situaciones de dolor, como por ejemplo, timidez, vergüenza,
temores, trastornos psicosomáticos*.
La autoestima es
importante porque es nuestra manera de percibirnos y
valorarnos como así también moldea nuestras vidas. Una
persona que no tiene confianza en sí misma, ni en sus
propias posibilidades, puede que sea por experiencias que
así se lo han hecho sentir o por mensajes de confirmación o
desconfirmación que son trasmitidos por personas importantes
en la vida de ésta, que la alientan o la denigran*.
Otra de las causas por las
cuales las personas llegan a desvalorizarse, es por la
comparación con los demás, destacando de éstos las virtudes
en las que son superiores, por ejemplo: sienten que no
llegan a los rendimientos que otros alcanzan; creen que su
existencia no tiene una finalidad, un sentido y se sienten
incapaces de otorgárselo; sus seres significativos los
descalifican y la existencia se reduce a la de un ser casi
sin ser. No llegan a comprender que todas las personas son
diferentes, únicas e irrepetibles, por lo que se consideran
menos que los demás.
La persona, va creciendo y
formando su personalidad dentro del ambiente familiar, que
es el principal factor que influye en la formación de la
misma, ya que le incorpora a ésta los valores, reglas y
costumbres que a veces suelen ser contraproducentes. Algunos
de los aspectos ya mencionados son incorporados, a la
familia, por medio del "modelo" que la sociedad nos
presenta, y éste es asimilado por todos los grupos sociales.
Pero, la personalidad de cada uno, no sólo se forma a través
de la familia, sino también, con lo que ésta cree que los
demás piensan de ella y con lo que piensa de sí misma, al
salir de este ambiente y relacionarse con personas de otro
grupo diferente.
4. La
Familia
La autoestima, además es
aprender a querernos y respetarnos, es algo que se construye
o reconstruye por dentro. Esto depende, también, del
ambiente familiar en el que estemos y los estímulos que este
nos brinda.
En la violencia familiar
las víctimas y los victimarios poseen muy baja autoestima,
ya que por un lado, la víctima es alguien al que maltratan
sin que ésta pueda poner límites y no se da cuenta de que
está siendo abusada. Por otro lado, los victimarios
compensan lo inferior que se sienten, maltratando y
abusando, en este caso, de un familiar.
Muchas de las heridas
emocionales que tiene una persona, producidas en su niñez
pueden causarnos trastornos psicológicos emocionales y
físicos (cáncer, úlceras, hipertensión, trastornos cardíacos
y alimentarios, problemas en la piel, depresiones, etc.),
produciendo dificultades en la vida de las mismas(conflictos
serios en el trabajo, disminución de la energía y de la
capacidad creativa, relaciones matrimoniales desastrosas, no
poder hacer o conservar amigos, poco entendimiento con las
hijas e hijos).
Existen padres, madres,
docentes o cuidadores que humillan, desprecian, no prestan
atención, se burlan o se ríen del niño/a cuando pide ayuda,
siente dolor, tiene un pequeño accidente, necesita que lo
defiendan, expresan miedo, piden compañía, se aferra
buscando protección, tiene vergüenza, etc.. Estas actitudes
se completan con otras totalmente opuesta, desmostrándole al
niño que es "querido y bonito" creándole una gran confusión.
Pero estas muestras de cariño son aparentes, adjudicándole
un rotulo a su identidad, que trae como consecuencia un peso
negativo en formación y en el desarrollo de sus capacidades.
En el momento en que la
persona afectada es adulta, transmitirá la humillación o el
maltrato a personas más pequeñas o vulnerables. Es una
cadena hereditaria de abuso y poder, ya que el desprecio y
la vergüenza vivida en la infancia son la fuente de los
problema que afectan en la vida adulta y los causantes de la
baja autoestima.
La principal imagen y más
generalizada forma de violencia es el maltrato emocional.
Hay muchas maneras pasa asustar a un niño y hacerlo sentir
culpable e intimidado, sin recurrir a la violencia física.
El niño o la niña se atormenta con pensamientos y
sentimientos que no pueden comunicar ni compartir con nadie
y aprenden a soportar el dolor y el silencio.
La autoestima y la
comunicación están muy relacionadas, porque según como se
diga algo, el efecto será positivo o negativo, de
aprendizaje o de resentimiento, que se transmite desde la
infancia hacia el futuro. Por esta razón, se entiende que
los padres y madres que dañan la autoestima de sus hijos no
siempre lo hacen intencionalmente, ya que ellos fueron
educados del mismo modo.
Cuando los padres quieren
que sus hijos reaccionen como ellos desean, suelen
comportarse de maneras particulares. Estas maneras pueden
ser:
Mártires: controlan al
niño haciéndolo responsable de su sufrimiento y culpable por
todo lo que pueda querer o hacer que no le caiga bien a
estos mártires, a quienes nada les viene bien, y recurre a
las quejas, los reproches, las lagrima, las amenazas de que
les va a dar una ataque, etcétera.
|
- Ves
como me sacrifico por vos y no te importa-
|
|
- Dejé
todo para criarte y me lo pagas haciendo eso-
|
|
- ¿En
que nos equivocamos que nos haces estas cosas?-
|
Los dictadores: controlan
al niño o la niña atemorizándolos cuando hacen algo no
autorizado, son estrictos y amenazantes para que obedezcan y
todo los enfurece. Condenado de manera inapelable al niño,
con burlas, gritos, despliegue de poder y dominación
|
- Como
podes ser tan estúpido/a, como no te das cuenta de
las cosas- |
|
- Te
avisé y ahora vas a ver lo que te pasa por no
obedecer- |
|
- Yo
no tengo que darte explicaciones, lo haces porque te
lo ordeno y punto- |
A veces estos roles
(mártir y dictador) se combinan, se alternan y agregan mas
confusión a los chicos porque también van acompañados con
demandas o manifestaciones de cariño. Y si un hijo llega a
quejarse, a llorar o a reclamar por el trato que recibe
puede volver a ser juzgado, culpado y descalificado.
"Según se hallan
comunicado nuestros padres con nosotros así van a ser los
ingredientes que se incorporen a nuestra personalidad,
nuestra conducta, nuestra manera de juzgarnos y de
relacionarlos con los demás.
Esas voces quedan
resonando dentro de nosotros toda la vida. Por eso hay que
aprender a reconocerlas y anular su poder para que no nos
sigan haciendo sufrir, para liberarnos de esos mandatos
distorsionados y para no volver a repetírselos a nuestros
hijos e hijas.
Ninguna forma de maltrato
es educativa y ningún mensaje o comunicación que
culpabiliza, critica, acusa, insulta o reprocha es un buen
estímulo para nadie. Y menos en la infancia, cuando no hay
posibilidades de defenderse, protejerse o entender que es la
impotencia y el desconocimiento de otras formas de trato lo
que lleva a los padres y madres a asumir ese papel de mártir
o de dictador."(1)
"Lo primero que hay que
entender es que no podemos hacernos cargo toda la vida de
los problemas que amargaron o hicieron de nuestros padres y
madres personas mártires o dictadoras. Basta con empezar a
investigar de que manera nos afectaron esas actitudes, para
comenzar a liberarnos de sus efectos y no repetir nada de
esto con los propios hijos e hijas, con nuestros alumnos,
con cualquiera de nuestros chicos o chicas que puedan estar
a nuestro cuidado."(2)
5. Como
sanar la autoestima herida en la infancia
"Para comenzar a
ejercitase en desaprender lo negativo que nos inculcaron..."(3),
y sanar a ese niño/a que quedaron escondidos y heridos en
nosotros, podemos ir reemplazando las viejas ideas que
construimos por otras. Repetir estas afirmaciones con
frecuencia es manera de comunicarnos con nosotros mismos, de
ayudarnos a adquirir seguridad y tener presentes nuestros
derechos:
|
Realizo mis elecciones y acciones con
responsabilidad y sin temor. |
|
Solo
yo decido el modo como utilizo mi tiempo, pongo
límites a quienes no respetan esto, hago acuerdos
para combinar mi tiempo con el de otros sin
someterme. |
|
Me
aplico a mi trabajo con responsabilidad pero, si
algo no va bien, no es porque yo sea un fracaso sino
que todavía tengo que aprender más. |
|
Me
hago responsable del modo cómo trato a los demás y
evito repetir lo que a mí me hizo sufrir. |
|
Tengo
confianza en poder resolverlo mejor posible
cualquier situación. |
|
Aprendo a comunicar mis sentimientos y respeto los
de otros. |
|
Cambio
mis opiniones sin temor si me doy cuenta que no eran
correctas. |
|
Soy
una persona valiosa, capaz, creativa y estoy abierta
para cambiar todos los aspectos de mi vida.
|
6. La
comunicación en la violencia familiar
La comunicación y el
intercambio de mensajes son permanentes entre los seres
humanos. Ésta no es solo lo que hablamos, sino todo lo que
hacemos o no hacemos: Silencios, posturas, gestos,
actitudes, expresiones, tonos de la voz que cambian el
sentido de lo que se dice y miradas significativas. Por eso
una persona puede manejar la comunicación como un elemento
de poder sobre otros, que le permite controlar la relación e
influir sobre las personas para obtener las respuestas que
desea.
"El ejercicio de la
violencia en todas sus formas es una manera de comunicar
algo que se quiere lograr, por lo general, el dominio de la
situación y el control sobre los demás; y una manera de
comunicar lo que le sucede a la persona que ejerce la
violencia."(4). Estas se sienten impotentes, no
conocen otras formas de obtener atención y protagonismo y
repiten lo que le hicieron a ellos de chicos. También son
incapaces de manifestar sus sentimientos, sus emociones,
carecen de habilidad para conversar y lograr acuerdos, en
conclusión, tienen un grave problema de comunicación y
necesitan imponerse para sentirse poderosos y compensar su
baja autoestima.
7. La
Sociedad
La sociedad cumple una
función muy importante para la persona, ya que a partir de
la cultura de esta, la familia adopta diferentes pautas o
formas de vida que son transmitidos a sus miembros y
determinan o ayudan a formar la personalidad de cada uno,
teniendo a esta como modelo social.
Las personas que tienen
poca confianza de su capacidad dentro de la sociedad,
tienden a buscar roles sometidos y evitan las situaciones
que requieren asumir responsabilidades.
En nuestra sociedad el
nivel de autoestima de una persona esta en cierta medida,
ligado a lo que hace para ganarse la vida. Por ejemplo: un
hombre puede alcanzar una posición social elevada y tener,
no obstante una baja autoestima. Puede tener conciencia de
la importancia que tiene, pero aun así considerarse a sí
mismo, un ser humano despreciable, indigno de respeto y del
afecto de los demás. "Puede experimentar sentimientos
crónicos de inferioridad porque no es bien parecido..."
(5), puede sentir que es físicamente débil o un
cobarde, o puede considerarse condenado a causa de su
identidad étnica.
Los criterios mediante los
cuales, las personas, se evalúan a si mismas son culturales.
Algunos de estos criterios son: si sos gordo, flaco; lindo,
feo; blanco, negro; rubio, morocho, o si tenés la capacidad
para luchar, honestidad, capacidad para soportar el dolor,
la astucia para ganar dinero, los modales, la capacidad para
manipular a las demás personas, etc..
Toda persona se ve a si
misma desde le punto de vista de los grupos en que participa
y todo aquello que piensen de uno influirá positiva o
negativamente en la personalidad o forma de pensar.
8. La
Escuela
Es fundamental que los
padres y maestros o docentes en quienes los padres confíen,
sean capaces de transmitir valores claros. Es muy importante
que se les enseñe a los niños, el significado de esos
valores. Los maestros deben conocer el ambiente y aceptarlo
si quieren ayudar a los niños a que vean estos dentro del
mismo. En todos los ambientes el niño tiene las mismas
necesidades básicas de amor y seguridad, el derecho de ser
una persona de valor y tener la oportunidad de triunfar.
Los educadores deben estar
conscientes de los distintos ritmos de desarrollo de cada
niño, para que el mismo se sienta cómodo con el propio y
capacidad de desarrollo.
También podemos decir que
los maestros pueden favorecer u obstaculizar el proceso por
el cual uno puede encontrarse a sí mismo. Su comprensión o
la ausencia de la misma, pueden favorecer o hacer la
personalidad que se desarrolla y está en vías de
manifestarse. Es por esto que el educador tiene mucha
responsabilidad en este tema tan importante o en esta
cuestión del tiempo necesario para que uno se encuentre a sí
mismo. También es necesario saber que la mente de cada niño
está llena de imágenes. Estas imágenes son de tres
dimensiones. En primer lugar, se relaciona con la imagen que
tiene de sí mismo. Puede imaginarse a sí mismo como una
persona que puede llegar a triunfar. Por el contrario, el
niño puede tener la impresión de ser una persona de poco
valor, con escasa capacidad y pocas posibilidades de lograr
éxitos en algún área de su actividad.
El segundo grupo de
imágenes se vincula con la opinión que el niño tiene de sí
mismo en relación con otras personas. Puede considerar que
sus valores, sus actitudes, su hogar, sus padres, el color
de su piel o su religión, son la causa de que se lo mire con
temor , desconfianza y disgusto, o que se lo trate con
interés. La imagen que cada niño tiene de sí mismo se forma
a través del reflejo de las opiniones de los demás.
El tercer juego de
imágenes se vincula con la imagen de sí mismo, tal como
desearía que fuera. Si la distancia entre estas dos
imágenes, como se ve realmente y la imagen idealizada, no es
grande, de modo que a media que crece y madura pueda
alcanzar la asimilación de estas dos imágenes, se puede
decir que se acepta a sí mismo como persona.
Por todo lo mencionado es
muy importante que la escuela del niño ayude al mismo a
descubrir y aprender a ser las personas que siempre
quisieron ser, respetándole sus tiempos, sus conflictos y
sus confusiones.
Para ser un buen
educador...
|
Saber
que la escuela puede mejorar o degradar a la gente
que está en ella. |
|
Estar
dispuesto a complementar las nuevas informaciones
con los viejos conocimientos. |
|
Debe
ajustar las oportunidades de aprendizaje a cada
niño, de modo que pueda progresar a su propio ritmo
de velocidad. |
|
Debe
tener la capacidad e incluir el desarrollo de
habilidades intelectuales junto con el estímulo para
que el niño se acepte a sí mismo. |
|
Tiene
que saber cómo crear un ambiente, para encontrar
oportunidades dentro del mismo, donde cada niño
pueda sentirse importante. |
|
Debe
reconocer los puntos fuetes de cada niño: debe tener
en claro que las decisiones de los niños pueden ser
vencidas a través de sus fortalezas. |
|
Tener
conciencia de los sentimientos y de las imágenes que
los niños tienen en su mente cuando van a la
escuela. |
|
Comprender que algunas veces los niños sólo se
desarrollan mediante la aprobación, ya que la
crítica debe esperar hasta que el niño sea
suficientemente fuerte para aceptarla. |
|
Aceptar la conducta que no sea adecuada
comprendiendo que los seres inestables se rigen en
la conducta agresiva cuando las presiones son
demasiado grandes. |
|
Transmitir a los niños su fe en ellos, es decir, que
sus alumnos sean personas dignas de estima y
respeto. |
" La gente hace cosas para
nosotros. Pueden ser cosas simpáticas y agradables. Pueden
ser cosas desoladoras. Pueden ser cosas alentadoras y
estimulantes. Pueden ser cosas que restauran nuestro
equilibrio, acrecientan nuestra fe y fortalecen nuestras
convicciones: pueden darnos nuevas perspectivas y nuevo
coraje, pero pueden sumergirnos, también en la
desesperación, el temor y el pesimismo."(6)
9. Actitudes o Posturas
habituales que indican Autoestima Baja
Autocrítica dura y
excesiva que la mantiene en un estado de insatisfacción
consigo misma.
Hipersensibilidad a la
crítica, por la que se siente exageradamente atacada/o,
herida/o; hecha la culpa de los fracasos a los demás o a la
situación; cultiva resentimientos tercos contra sus
críticos.
Indecisión crónica, no por
falta de información, sino por miedo exagerado a
equivocarse.
Deseo innecesario por
complacer, por el que no se atreve a decir NO, por miedo a
desagradar y a perder la buena opinión del peticionario.
Perfeccionismo,
autoexigencia esclavizadora de hacer "perfectamente" todo lo
que intenta, que conduce a un desmoronamiento interior
cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
Culpabilidad neurótica,
por la que se acusa y se condena por conductas que no
siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus
errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente, sin
llegar nunca a perdonarse por completo.
Hostilidad flotante,
irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar
aún por cosas de poca importancia, propia del supercrítico a
quién todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le
decepciona, nada le satisface.
Tendencias defensivas, un
negativo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su futuro
y, sobre todo, su sí mismo) y una inapetencia generalizada
del gozo de vivir y de la vida misma.
10. Buena
Autoestima
No se habla de una alta
autoestima, sino del narcisismo o de una buena autoestima.
El narcisismo es el amor excesivo hacia uno mismo o de algo
hecho por uno mismo, por eso se dice que una persona es
narcisista, cuando está enamorado de sí mismo, es decir de
lo que piensa, de lo que hace, de cómo es, de cómo se viste,
etc., pero no del propio ser, sino de la imagen del yo.
En relación al narcisismo
hay que tener en cuenta dos elementos, uno la imagen, que es
como se ve exteriormente la persona y la otra es el amor,
que es el amor excesivo de la persona, hacia sí mismo. La
representación del narcisismo en el niño son simplemente las
palabras e imágenes que les transmitieron sus padres, por
eso se dice que los padres tienden a atribuirle al niño
todos las afecciones y se niegan o se olvidan todos sus
supuestos defectos.
Alguien con una buena
autoestima no necesita competir, no se compara, no envidia,
no se justifica por todo lo que hace, no actúa como si
"pidiera perdón por existir", no cree que está molestando o
haciendo perder el tiempo a otros, se da cuenta de que los
demás tienen sus propios problemas en lugar de hecharse la
culpa "por ocasionar molestias".
11.
Características de la autoestima positiva
|
Cree
firmemente en ciertos valores y principios, está
dispuesto a defenderlos aún cuando encuentre fuerte
oposiciones colectivas, y se siente lo
suficientemente segura como para modificar esos
valores y principios si nuevas experiencias indican
que estaba equivocada. |
|
Es
capaz de obrar según crea más acertado, confiando en
su propio juicio, y sin sentirme culpable cuando a
otros le parece mal lo que halla hecho. |
|
No
emplea demasiado tiempo preocupándose por lo que
halla ocurrido en el pasado, ni por lo que pueda
ocurrir en el futuro. |
|
Tiene
confianza por su capacidad para resolver sus propios
problemas, sin dejarse acobardar por los fracasos y
dificultades que experimente. |
|
Se
considera y realmente se siente igual, como persona,
a cualquier otra persona aunque reconoce diferencias
en talentos específicos, prestigio profesional o
posición económica. |
|
Da por
supuesto que es una persona interesante y valiosa
para otros, por lo menos para aquellos con quienes
se asocia. |
|
No se
deja manipular por los demás, aunque está dispuesta
a colaborar si le parece apropiado y conveniente.
|
|
Reconoce y acepta en sí mismo una variedad de
sentimientos e inclinaciones tanto positivas como
negativas y está dispuesta a revelarlas a otra
persona si le parece que vale la pena. |
|
Es
capaz de disfrutar diversas actividades como
trabajar, jugar, descansar, caminar, estar con
amigos, etc. |
|
Es
sensible a las necesidades de los otros, respeta las
normas de convivencia generalmente aceptadas,
reconoce sinceramente que no tiene derecho a mejorar
o divertirse a costa de los demás. |
12.
Conclusión
La autoestima es el
sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de
ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos
corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra
personalidad, además es aprender a querernos y respetarnos,
es algo que se construye o reconstruye por dentro. Esto
depende, también, del ambiente familiar, social y educativo
en el que estemos y los estímulos que este nos brinda.
La influencia que tiene la
familia en la autoestima del niño o niña es muy importante,
ya que esta es la que le trasmite o le enseña los primeros y
más importantes valores que llevaran al niño a formar, a
raíz de estos, su personalidad y su nivel de autoestima.
Muchas veces los padres actúan de diferentes maneras, que
pueden ser perjudiciales para el niño dejándole marcas
difíciles y un continuo dolor oculto que influirá en el
desarrollo de su vida; a estos padres se los llama mártires
o dictadores. Pero también están los que le valoran y
reconocen sus logros y sus esfuerzos y contribuyen a
afianzar la personalidad.
Otro factor importante que
influye en la familia, es la comunicación, ya que están
estrechamente relacionadas. Según se hayan comunicado
nuestros padres con nosotros, esos van a ser los factores
que influyan en nuestra personalidad, nuestra conducta,
nuestra manera de juzgarnos y de relacionarnos con los
demás. Estas experiencias permanecen dentro nuestro toda la
vida. Por eso hay que aprender a reconocerlas y a anular su
poder para que no nos sigan haciendo sufrir, y para no
transmitírselas a nuestros hijos.
Hay una estrecha relación
entre la sociedad, la familia y la persona, ya que la
sociedad es la que le presenta a la persona un modelo social
con costumbres y con una cultura que a través de la familia
son trasmitidos al individuo. Pero cuando los integrantes de
la misma, tienen asuntos indefinidos en el interior por un
pasado doloroso en la infancia le trasmitirá el mismo dolor
y las mismas confusiones a su hijo, causándole problemas de
comunicación en el ambiente social.
Para poder ayudar a una
persona que tiene autoestima baja, primero que nada se tiene
que concientizar del problema que tiene, y luego se la podrá
ayudar llevándolo a un especialista y apoyándolo durante el
tratamiento o el proceso de recuperación. En el caso de los
niños, la escuela también cumple un papel muy importante ya
que es la que debe tener la estrategia y las formas para
ayudar al niño con estos sentimientos tan distorsionados que
le ocasionan tantos problemas.
13. Apartados
Entrevista a Psicóloga:
Graciela Cuerelly.
- ¿Qué síntomas manifiestan las
personas que sufren un desorden en su autoestima?
Los síntomas en las
personas de baja autoestima son muy variables porque
depende de las personalidades de las mismas.
En general manifiestan
desde desgano y ellas mismas crean una falta de
oportunidades, tienen dificultad para saber que es lo
que quieren, no logran concretar nada, tienen
dificultades con el contacto social (se sienten
fracasados en situaciones de su vida) –aclara- ya sea
con sus hijos, porque no puede establecer una buena
relación con su pareja o no les va bien en el trabajo.
Pero ellas se justifican para cubrir los errores que
cometen y para que nadie se dé cuenta que se sienten
mal.
- ¿Cuáles son los factores que influyen
en la persona, que hace que se produzca esos desórdenes?
Bueno... en realidad
el niño crece y crea una buena autoestima porque el
padre o madre "le festejan" o le reconocen sus logros,
por ejemplo: -piensa- cuando el niño está aprendiendo a
caminar y se cae los padres lo aplauden diciéndole que
no importa, que se levante y que no pasó nada. En estos
casos los padres tienen una buena actitud hacia el mismo
niño. Es favorable esto de que lo estimulen a seguir
intentándolo ante sus fracasos o errores.
En cambio si en la
familia al niño no se le reconoce nada y le hacen ver
que lo que hace es normal o natural y que no interesa,
el niño no tiene estímulos para intentar y avanzar como
persona... - se queda en silencio- Si a un chico, que
está aprendiendo a caminar nadie le presta atención
porque " se supone" es algo que todas las personas
hacen, y si ese niño no puede o le cuesta no va a tener
esa motivación para seguir haciéndolo.
En fin, la familia es
la base de la autoestima de las personas... La familia
se basa en pautas culturales y sociales y en base a eso
nace la actitud que van a tener hacia sus hijos. Es como
que se estructura a la persona según un modelo social,
que por supuesto va cambiando, pero en definitiva se
considera una buena persona al que llega a ese modelo
social. Pero no siempre es ese modelo el que es
transmitido a los niños, ya que hay padres que
transmiten una autoestima baja a sus hijos y esto se
debe a que de niños también la tuvieron. Otras de las
causas es que crean una presión en sus hijos, por los
logros que los mismos padres tuvieron y los niños no. Ya
sea porque no puede, porque no está capacitado o
simplemente no está a su alcance.
- ¿Qué importancia tiene la familia?
Bueno, como ya les
mencioné es la que influye directamente el la formación
de la personalidad de la persona.
- ¿Cuales son las cosas o palabras que
hacen que la autoestima de la persona sea baja? ¿Y
cuales para que sean alta?
Se queda pensando...
En realidad no es que hay una lista de palabras o cosas
que hacen que la autoestima sea baja, esto depende de
cada persona. Por ahí hay cosas que por más sutiles que
sean son las que más nos afectan, según cada uno! Las
cosas muy evidentes duelen, dan bronca, pero al fin esas
cosas se aclaran, en cambio, hay frases sutiles que son
las que más duelen y pueden desordenar la autoestima.
Por ejemplo, si a un chico le dicen "¡Otra vez te fue
mal!" y sin decir las palabras esto te dice muchas
cosas... Sos un burro, siempre todo lo haces mal, sos un
inútil, etc.. por otra parte la sobreprotección tampoco
es buena, porque es como decirle a la persona, "¡No, no
lo hagas porque vos no sabes discernir!", aunque la
persona sobreprotectora lo hace porque ama a la otra
persona y tiene miedo de que se equivoque, quiere que
salga todo bien y en realidad lo que le está
transmitiendo a la otra persona es que piensa que es
incapaz de hacer las cosas por sí solo.
¡Y cuáles para que
sean altas! y... en realidad la alta no existe, o es la
autoestima normal o es el narcisismo que ya es el amor
excesivo o incondicional a uno mismo. Pero les puedo
decir, que el estímulo y ayudar a aprender a aceptar el
fracaso crean una buena autoestima.
Nosotros bien sabemos
que las cosas nunca salen tan bien como las soñamos, tal
vez nos salen bien, peor siempre hay un "pero"... porque
siempre se aprende a costa de un error ¡La cosa es
simple!: Los logros que tienen alguna pérdida en algún
orden, este mismo nos va llevar a otra parte.
- ¿Cuáles son las cosas que se deben
hacer para ayudar a la persona?
Lo primero y principal es
que se concienticen de que está mal y que necesita ayuda. Es
como los drogadictos, si ellos no toman conciencia de que se
están matando y no deciden hacer algo por su bien, todo lo
que hagan los demás va a ser inútil. Retomando con lo de las
personas de baja autoestima, luego de que tomen conciencia
se los tiene que enviar a un profesional. Pero por lo
general nadie ayuda a nadie, las personas aprenden a
ayudarse a sí mismas, con el apoyo de los demás.
Haga florecer su
autoestima
Cuando una
persona empieza a quererse más, los demás percibirán
de
inmediato
el nuevo aire; cuando se cambia la imagen que se
tiene de sí mismo, los otros lo verán con otros
ojos. Usted transmitirá a sus clientes buenas
vibraciones.
La autoestima es esencial para la supervivencia
psicológica; sin aquella la vida puede resultar
penosa e insatisfactoria.
Ella es, afirma la psicóloga Laura Álvarez, la llave
para una vida abundante.
Según explica la psicóloga Ida Gorn, la autoestima
se define como la imagen que se tiene de sí mismo y
en ella influyen, considerablemente, los padres.
Para aumentarla, hay que empezar a alimentar el
alma, a recuperar la serenidad y a perdonarse. Así,
poco a poco, irá viendo cómo crece la confianza en
sí mismo. Además podrá enseñar mejor lo que sabe
osea transmitir a sus compañeros mejor lo que espera
de ellos y lo que quiere que hagan en su restaurante
o cocina.
Si necesita buscar ayuda profesional hágalo cuanto
antes. Esto es muy saludable.
Las siguientes son algunas recomendaciones para
desarrollar una buena autoestima. Fueron
proporcionadas por las psicólogas Laura Álvarez, Ida
Gorn y Maureeen Vizcaíno:
|
Aprenda a
perdonar; no guarde resentimientos.
No se llene de amargura.
Acepte sus limitaciones.
Vea siempre el lado positivo de las cosas.
Deje de pelear con las personas; trate de mantener
un
ambiente
cordial con los demás.
Rodéese de gente positiva, alegre, que le permita
crecer.
Realice ejercicio físico. Esto por ejemplo es algo
que los cocineros casi no hacemos y es muy relajante
además de saludable.
Abra un espacio para su pasatiempo favorito, además
de la cocina...
Dese permiso para hacer lo que quiera.
1. Cierre asuntos inconclusos.
2. Busque siempre un balance; evite los extremos.
3. Descubra sus talentos.
4. Tenga presente que así como en la vida hay
momentos agradables puede haber situaciones muy
difíciles de las cuales siempre hay una enseñanza.
Trasmita esa enseñanza a sus compañeros, así, todo
el equipo aprenderá
5. Invierta tiempo en usted.
6. Dese gusto; chinéese.
7. Haga una lista de cualidades.
8. Examínese: pregúntese cómo soy, cómo me relaciono
con los demás y qué debo cambiar.
Descúbrase.
1. No haga comparaciones perjudiciales. Elimine las
comparaciones; estas no tienen objeto y conducen a
sentirse mal.
2. Agradezca y acepte los elogios; comunique que se
ama a sí mismo.
3. No hable mal de usted mismo ante los demás.
4. Finalice sus proyectos.
5. Organice su tiempo.
6. Escriba una carta con las experiencias dolorosas
que le hayan marcado. Hágalo varias veces hasta que
se vacíe, hasta que sienta que no tiene nada que
decir.
7. Atrévase, sea valiente, venza el miedo al dolor.
8. Entienda y acepte que el miedo puede influir pero
que no determina. Siempre hay una esperanza.
9. Aprenda a controlar sus pensamientos. Recuerde
que usted es dueño de ellos.
Hable en positivo.
1. Autoconózcase.
2. Haga cosas por sentirse bien; por ejemplo, si
tiene sobrepeso y este le molesta, busque ayuda con
un nutricionista. Igual con su apariencia, así que
pruebe con vestuario que le permita sentirse a
gusto, un nuevo corte de pelo, etc.
3. Tenga presente que todas las personas son buenas
para algo; así que descubra sus capacidades y
potencialícelas.
4. Haga valer sus derechos, pero de una buena forma.
5. Asista a grupos de apoyo.
6. Ayúdese de lectura enriquecedora.
7. No utilice calificativos negativos o peyorativos
cuando se refiera a sí mismo y a los demás.
8. Piense que es muy posible equivocarse y que se
debe aprender de los errores. Esto es válido para la
gente que tiene a su cargo...
9. Utilice frases constructivas como: la próxima vez
lo haré
mejor, se empieza por interntarlo, es mejor
equivocarse que no hacer nada.
Recuerde que muchas veces las cosas tienen una
importancia relativa.
1. Aprenda a perdonarse, a reconciliarse con usted
mismo.
2. Destierre de su cabeza frases como "yo no puedo",
yo no sirvo, etc. Así como se incorporan patrones
mentales negativos, puede incorporar pautas
positivas.
3. Sepa que siempre hay tiempo para cambiar; solo
basta desearlo. Obviamente hay cosas que no se
pueden cambiar de hoy para mañana, pero es menester
ir dando un paso cada día.
4. Deje de culparse y de quejarse por lo que fue o
no pudo ser.
5. Tome conciencia de que el pasado ya pasó; no se
preocupe de lo que no vivió y esté consciente de
que, de hoy en adelante, puede vivir mejor.
6. Piense que su presente y futuro son estupendos y
llenos de vida.
7. Recuerde que la perfección no existe.
8. Aprenda a filtrar las opiniones de los demás.
9. Busque siempre superarse.
Mantenga una relación constante con su ser
superior.
Esto
ayudará a que el trabajo donde pasamos el mayor
tiempo del
día y la noche
sea mejor y el
ambiente este
mejor ya
que ud. transmitirá esto a sus
compañeros.
Nosotros sacrificamos a veces mucho tiempo que
podríamos
pasar
con las
familias por nuestro tipo de
trabajo,
así que vale la pena intentarlo, tenga
estos consejos
presentes y dígaselos a los demás.
y el más
importante... haga oraciones que existe un poder
inconmesurablen en
ellas...
que DIOS lo bendiga siempre. y les proporcione PAZ |
Autoestima
El arte de valorarse
Transitar por la vida con un concepto errado
de sí mismo es un peso insostenible. El factor clave en este
caso es la autoestima –como rasgo dela personalidad– que se
encarga de evaluar permanentemente esos contenidos y puede
llegar a transformar la existencia en un calvario o, por el
contrario, convertirla en una experiencia enriquecedora.
Es
una verdad simple pero auténtica, para disfrutar de la vida
lo primordial es sentirse bien con uno mismo, confiar en los
propios atributos y ser flexibles ante las situaciones
conflictivas. Sin embargo, este delicado equilibrio depende
de la autoestima, esa característica de la personalidad que
mediatiza el éxito o el fracaso.
Desde la óptica de Maritza Bendayán, sicóloga clínica, para
lograr la comprensión de un concepto sobre autoestima es
importante señalar que todos los seres vivos cuentan con un
principio que los impulsa a mantenerse en equilibrio. En
términos biológicos, este principio se conoce como
homeostasis, cuyo equivalente sicológico se denomina
autoconcepto. El autoconcepto es lo que consciente o
inconscientemente se piensa de uno mismo –que puede o no
estar apegado a la realidad– y es en torno a ello que el
individuo ordena su conducta con la finalidad de protegerse
sicológicamente y mantenerse en equilibrio.
El
autoconcepto se construye desde la niñez, a partir de las
enseñanzas de los antepasados biológicos y culturales,
además de la propia experiencia.
Para el doctor Nathaniel Branden, fundador y director del
Instituto para la Autoestima de Los Angeles, la autoestima
es la suma de la autoconfianza y el autorrespeto. Así, la
autoestima está formada por los sentimientos de competencia
y autovaloración, razón por la cual cuando un individuo
tiene la autoestima alta se siente competente y valioso,
mientras que al tenerla baja se siente incorforme con su
vida.
Por su parte, Pedro Delgado Machado, siquiatra, define a la
autoestima como la actitud que tiene una persona hacia sí
misma, producto de un proceso dinámico en el cual influyen
muchos factores a lo largo de la vida. "En términos de
sicología, la autoestima tiene una significación múltiple,
pues depende de la confluencia de muchas funciones
sicológicas conscientes o inconscientes". De las conscientes
se puede destacar cómo el individuo percibe la aceptación
por parte de los demás, así como la capacidad de reconocer
las propias virtudes y defectos. En cuanto a las
inconscientes, son aquellas experiencias pasadas que se
relacionan con el entorno íntimo y familiar.
Visión introspectiva
Si bien la autoestima puede verse afectada por las
vivencias cotidianas o por contenidos inconscientes, Delgado
señaló que las experiencias tienen un valor en sí mismas,
pero además está el precio que les asigna el individuo. En
este orden de ideas, es frecuente que las personas funcionen
a base de un mecanismo sicológico denominado transferencia,
el cual consiste en revivir un episodio de la infancia en el
presente. Un ejemplo de esta situación corresponde a gente
con padres muy descalificadores y que pese a ello se
destacan hasta que se encuentran con un jefe o algún
interlocutor descalificador, circunstancia que revive las
experiencias traumáticas y echa por tierra los logros
alcanzados.
Es por ello que la autoestima de una persona puede variar de
acuerdo con las circunstancias y las personas que la rodean.
La autoestima en función de la relación con los demás
depende de la valoración que se le dé al otro y de la que el
individuo se aplique frente al otro, lo que causa que ante
ciertos personajes un individuo se sienta empequeñecido o
engrandecido.
Ahora bien, la formación y el correcto desarrollo de la
autoestima tiene su origen en las relaciones familiares
primarias, desde el mismo momento que el niño se siente
amado, querido y respetado por su padres. Sin embargo, el
hecho de sentirse amado tiene una doble connotación, pues
hay personas que no son queridas y con razón perciben ese
sentimiento y también hay casos de individuos amados que
perciben lo contrario debido a mecanismos inconscientes que
distorsionan la realidad. Un ejemplo de esta situación se
presenta cuando el primogénito de una familia es muy amado,
lo que representa un conflicto para el otro hijo, que aunque
es querido por su familia, siente el peso de su hermano
mayor y se desencadenan problemas de rivalidad, rencor,
envidia o sentimientos de poca valía.
Por otra parte, los acontecimientos positivos refuerzan la
autoestima positiva y los fracasos activan la negativa; es
más, esto puede suceder casi simultáneamente en la vida
cotidiana, pues ciertos aspectos de la vida son
satisfactorios y otros no, razón por la cual no se puede
decir que un individuo goza de una autoestima alta o baja de
manera absoluta y permanente.
La
autoestima es un aspecto funcional de la vida –enfatizó
Delgado–, ya que los rasgos de la personalidad son los que
se mantienen en el tiempo y caracterizan a cada quien,
mientras que la autoestima define los momentos sicológicos
del individuo, pues cambia de un momento a otro. Así, hay
experiencias que bajan dramáticamente la autoestima de la
persona, como es el caso de las violaciones o cualquier otro
tipo de agresión, o que al contrario la elevan como los
éxitos –laborales o en el amor.
De lo normal y lo excesivo
Si bien la autoestima puede ser un problema por defecto,
pues genera sentimientos de inferioridad y poca valía,
sensación de incapacidad y torpeza; también resulta
conflictiva cuando es excesiva, ya que el individuo
manifiesta confianza exagerada e imprudencia, "lo que lo
lleva a cometer errores al no medir actos ni palabras",
explicó Delgado.
La autoestima excesiva es frecuente en líderes, lo que les
indica que poseen poderes especiales y se sienten
legitimados para hacer y decir lo que les parece, sin medir
las consecuencias de sus actos.
Ahora bien, desde la concepción de Bendayán, un punto medio
o una visión sana del individuo con respecto a su autoestima
–ya sea en momentos buenos o malos– es afrontar las
situaciones con la convicción de que se es competente para
vivir y para ser feliz, lo cual lleva a asimilar la vida con
mayor confianza y optimismo para el logro de las metas. Es
por ello que los individuos con buena autoestima son más
creativos en el trabajo, más elásticos para resistir a la
presión de sucumbir ante la derrota y más ambiciosos en
cuanto a las expectativas de vida. De allí que la correcta
relación del individuo con su autoestima redunde en mayor
vitalidad y los impulse a tratar a los otros con respeto,
benevolencia y buena voluntad, pues esta es la base para
responder asertivamente a las oportunidades que se le
presentan, y lograr la serenidad espiritual, que en
definitiva es la que hace posible el goce de la vida.
Por el contrario, las personas que tienden a valorarse
negativamente tienen problemas con su autoconcepto. El
origen del conflicto se suele encontrar en la niñez y en los
acontecimientos descalificatorios que experimenta el
individuo a lo largo de su vida; de allí que muchos
mantengan una actitud de reto constante con el ente agresor
–los padres, por ejemplo–, lo que los hace muy triunfadores
o muy fracasados, pues se establece una lucha contra el
concepto que ese ente agresor mantiene sobre la persona, mas
no por su verdadero interés.
Factores de peso
Un factor íntimamente ligado a la autoestima es la
autoimagen, la cual depende en gran medida de las
experiencias personales y de la manera de interpretarlas. De
aquí que resulten tan perjudiciales las etiquetas que se le
endilgan a las personas –"Carlitos es tremendo", "Marta es
fea pero inteligente", "Mariela es bella pero mala
estudiante"–. En el caso de los adolescentes, los padres,
amigos, educadores y demás adultos del entorno constituyen
las fuentes primarias que les proyectan una imagen acerca de
la forma como se está desarrollando su personalidad, lo cual
pasa a ser un aspecto crucial en la percepción que tiene el
adolescente de sí mismo, pues a esa edad "no se han
desarrollado correctamente los mecanismo para hacer una
correcta evaluación de la propia persona y las etiquetas e
influencias pueden moldear correctamente o deformar",
explicó Bendayán.
Los padres contribuyen positivamente al desarrollo de la
autoestima de sus hijos al alentarlos a correr riesgos
necesarios para alcanzar retribuciones, al favorecer la
progresiva independencia de acuerdo con la capacidad de
asumir responsabilidades y al evitar la crítica destructiva.
Además, los padres deben demostrar interés por las
actividades de sus hijos, exaltar sus capacidades positivas,
estimular la toma de decisiones con sus posibles
consecuencias y dar ejemplo de autoestima positiva.
Los amigos juegan un rol muy importante en la formación de
la autoestima, porque la lucha que libra el adolescente por
ser autónomo puede generarle agobios y dudas, razón por la
cual el grupo de amigos puede suavizar esos sentimientos,
pues constituye un campo de prueba para las interacciones
sociales y el desarrollo de la personalidad.
En
cuanto a la influencia de los adultos, éstos suelen esperar
que los jóvenes mantengan una conducta cortés, respetuosa y
considerada. Sin embargo, es importante aclarar que durante
esa edad se suele convertir en norma la discrepancia con
respecto a las ideas de los mayores, por lo que padres y
adultos en general, deben abstenerse de forzar a los
adolescentes a convertirse en seres complacientes a expensas
de su propia identidad, ya que ello suele despertar
resentimientos, dado que no se sienten valorados por su
personalidad sino por la imagen que deben proyectar.
Restablecer el equilibrio
Muchos trastornos y enfermedades emocionales están
relacionados con la baja autoestima. En este sentido,
Delgado aclaró que la autoestima alta o baja es una
consecuencia del cuadro siquiátrico del individuo, razón por
la cual una persona con depresión presenta autoestima baja,
mientras que quienes presentan cuadros de manías manifiestan
una autoestima elevada, se sienten especiales, consideran
que el mundo depende de ellos y tienen poco juicio crítico.
La terapia para solventar los problemas de autoestima varían
según el especialista tratante. Bendayán explicó que los
tratamientos basados en terapia conductual cognoscitiva
intentan modificar los hábitos o conductas que perturban al
individuo sin viajar hasta los predios de la niñez. A lo
largo de las sesiones, el terapista saca a la luz los
conceptos que molestan al paciente, lo concientiza de ellos
y los resalta cada vez que se ponen en práctica a la hora de
valorarse, todo con la finalidad de hacerle ver que son
ideas forjadas, mal interpretadas o que ya perdieron
vigencia.
En este sentido, muchas personas no explotan o reconocen sus
virtudes y sólo prestan atención a las características
negativas que presentan, las resaltan y magnifican. En otros
casos, donde existen razones verdaderas para mantener una
autoestima baja –en casos de alguna limitación física o
sicomotriz, por ejemplo–, el terapista explica al paciente
la razón científica de su problema y lo remite al
especialista que puede ayudarlo a mejorar la condición.
Desde la óptica de Delgado, el tratamiento de un paciente
con problemas de autoestima implica indagar en la historia
del individuo, en su dinámica familiar y sus experiencias de
vida. De esta manera recorre el camino de su autoestima y de
las circunstancias puntuales que la han moldeado.
Los procesos de sicoterapia ayudan a modificar los conceptos
errados que deforman la autoestima, porque en la medida en
que el individuo tome conciencia de sus patrones de
pensamiento y de los elementos de su historia, la persona
comienza a ser capaz de reconocer sus logros, esfuerzos,
virtudes o los errores de su acción imprudente.
Otra forma de terapia implica delimitar metas a corto plazo
y en la medida que se logran resultados, el individuo
modifica o afianza su autoestima. Adicionalmente, ocupar el
tiempo en actividades gratificantes que se traduzcan en
logros, ayuda a mejorar los problemas de autoestima
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