La Biblia habla sobre la Vejez
Salmo 37:25 Yo he sido
joven y he envejecido; pero no he visto a un justo desamparado, ni a
sus descendientes mendigando pan.
Salmo 71:9 No me
deseches en el tiempo de la vejez; no me desampares cuando mi fuerza
se acabe. 18 Aun en la vejez y en las canas, no me desampares, oh
Dios, hasta que proclame a la posteridad las proezas de tu brazo, tu
poderío a todos los que han de venir.
Salmo 91:14 "Porque en
mí ha puesto su amor, yo lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto
ha conocido mi nombre. 15 El me invocará, y yo le responderé; con él
estaré en la angustia. Lo libraré y lo glorificaré; 16 lo saciaré de
larga vida y le mostraré mi salvación."
Salmo 92:12 El justo
florecerá como la palmera; crecerá alto como el cedro en el Líbano.
13 Plantados estarán en la casa de Jehovah; florecerán en los atrios
de nuestro Dios. 14 Aun en la vejez fructificarán. Estarán llenos de
savia y frondosos, 15 para anunciar que Jehovah, mi roca, es recto,
y que en él no hay injusticia.
Proverbios 17:6 Corona
de los ancianos son los hijos de los hijos, y la gloria de los hijos
son sus padres.
Proverbios 23:22 Escucha
a tu padre, que te engendró; y cuando tu madre envejezca, no la
menosprecies.
Lamentaciones 3:22 Por
la bondad de Jehová es que no somos consumidos, porque nunca decaen
sus misericordias. 23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
2 Corintios 4:7 Con todo,
tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del
poder sea de Dios, y no de nosotros. 8 Estamos atribulados en todo,
pero no angustiados; perplejos, pero no desesperados; 9 perseguidos,
pero no desamparados; abatidos, pero no destruidos. 10 Siempre
llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús por todas partes, para que
también en nuestro cuerpo se manifieste la vida de Jesús. 11 Porque
nosotros que vivimos, siempre estamos expuestos a muerte por causa
de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra
carne mortal. 12 De manera que en nosotros actúa la muerte, pero en
vosotros actúa la vida. 13 Sin embargo, tenemos el mismo espíritu de
fe, conforme a lo que está escrito: Creí; por lo tanto hablé.
Nosotros también creemos; por lo tanto también hablamos, 14 sabiendo
que el que resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros
con Jesús y nos presentará a su lado juntamente con vosotros. 15
Porque todas estas cosas suceden por causa vuestra para que,
mientras aumente la gracia por medio de muchos, abunde la acción de
gracias para la gloria de Dios. 16 Por tanto, no desmayamos; más
bien, aunque se va desgastando nuestro hombre exterior, el interior,
sin embargo, se va renovando de día en día. 17 Porque nuestra
momentánea y leve tribulación produce para nosotros un eterno peso
de gloria más que incomparable; 18 no fijando nosotros la vista en
las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las que se
ven son temporales, mientras que las que no se ven son eternas.
Tito 2:1 Pero habla tú
lo que está de acuerdo con la sana doctrina; 2 que los hombres
mayores sean sobrios, serios y prudentes, sanos en la fe, en el amor
y en la perseverancia. 3 Asimismo, que las mujeres mayores sean
reverentes en conducta, no calumniadoras ni esclavas del mucho vino,
maestras de lo bueno, 4 de manera que encaminen en la prudencia a
las mujeres jóvenes: a que amen a sus maridos y a sus hijos, 5 a que
sean prudentes y castas, a que sean buenas amas de casa, a que estén
sujetas a sus propios maridos, para que la palabra de Dios no sea
desacreditada.
1 Timoteo 5:1 No
reprendas con dureza al anciano, sino exhórtale como a padre; a los
más jóvenes, como a hermanos; 2 a las ancianas, como a madres; y a
las jóvenes, como a hermanas, con toda pureza. |